miércoles, 19 de noviembre de 2008

La psicología y la ideología de la seguridad

Elisabeth Roudinesco es una importante psicoanalista francesa; es historiadora del psicoanálisis y biógrafa de Jacques Lacan. En el texto que publicamos a continuación, Roudinesco denuncia la utilización de los tratamientos de salud mental como una herramienta de represión y "la transformación de los profesionales de la psiquis en agentes de seguridad".
Desde hace tres décadas, los estados democráticos se apoyan en la ciencia para gobernar a los pueblos. Si bien esta política permitió prevenir, cuidar y curar exitosamente las enfermedades orgánicas, y mejoró magníficamente nuestra vida cotidiana, no obtuvo resultados tan contundentes en el campo del sufrimiento psíquico.
Ni el estudio de los genes ni el de la plasticidad cerebral lograron aún alumbrar tratamientos eficaces para las enfermedades mentales y tampoco permitieron acabar con esas "enfermedades existenciales" como las neurosis, depresiones, angustias, pasiones, adicciones, voluntad autodestructiva, etc. A lo sumo se ajustaron medicamentos para el espíritu (o psicotrópicos), que contribuyeron a que los sicóticos puedan vivir en el seno de su familia y, sobre todo, han aportado tranquilidad a aquéllos que podían ser peligrosos para sí mismos, para su entorno y para sus empleadores.
Pero esta empresa tiene un precio. La gestión de las poblaciones por medio de la medicina y la biología ha favorecido la eclosión de una ideología de la seguridad, consistente en reducir a cada ciudadano a un miserable montoncito de neuronas sometido a todo tipo de evaluaciones. El sujeto político, heredero de Las Luces, ha sido sustituido por el hombre comportamental, cuantificado, cosificado, sometido a una norma tiránica y al cual se otorga una identidad religiosa o étnica, mientras se burlan de los compromisos universalistas juzgados peligrosos, como el Mayo del '68: querer cambiar el mundo o luchar contra las desigualdades.
Así se oponen dos concepciones del hombre. Una, frecuente en la filosofía anglosajona, preconiza que el sujeto sea "naturalizado" para volver al mundo de la animalidad: el fin de la excepción humana. Y para ese sujeto, que no debe ya pensar sino obedecer, sólo son indicados, si sufre, tratamientos rápidos, evaluados por expertos y que actúan por adiestramiento sobre comportamientos visibles. Nada de siquismo, el sujeto naturalizado sólo tiene derecho a medicamentos, por un lado, y a terapias cognitivo-comportamentales (TCC), por el otro.
La otra concepción, salida de la tradición europea continental- fenomenología y psicoanálisis-, considera por el contrario que para tratar el sufrimiento del alma, los acercamientos llamados "dinámicos" o "relacionales" más prolongados, son necesarios para acompañar o no los tratamientos químicos, en tanto la palabra aleja al hombre del animal.
La adhesión de los Estados a la ideología de los peritos, vehiculizada hoy por distintos organismos de salud (Instituto Nacional de Salud y de investigaciones médicas o Inserm, agencias de evaluación, comités de examen médico preventivo, etcétera) explica los conflictos acaecidos en los últimos años en Francia.
Los medios les dieron el nombre de "guerra de los psis": abarcan entre 5 y 8 millones de personas, tratadas tanto con medicamentos como por diversas terapias.
La primera crisis tuvo lugar en octubre de 2003, cuando Bernard Accoyer, aunque defensor del psicoanálisis -y actual presidente de la Asamblea Nacional- logró hacer votar, en nombre de la "seguridad" de los usuarios, una enmienda a una ley de salud pública que reservaba el ejercicio de psicoterapia a los diplomados en medicina o psicología, lo que autorizaba a un ortopedista a curar las angustias, es decir a un panadero a ser cerrajero. (...)
Después de la remoción de tres ministros de Salud (...) un cuarto ministro, Roselyne Bachelot, no sabe aún si va a lograr escribir los decretos, cuando ella misma sostiene un plan de rastreo (o diagnóstico precoz) que posibilita el aumento del consumo de psicotrópicos, haciéndole creer a cada sujeto en estado de tristeza que es un enfermo mental.
En septiembre de 2005 fue la aparición de un 'Libro negro del psicoanálisis', despliegue de odio contra Freud, seguido inmediatamente por el anuncio de un nuevo peritaje del Iserm que provocó la justificada ira de los psiquiatras infantiles. Privilegiando un modelo genético, este estudio veía en el nerviosismo excesivo de los bebés los signos precoces de la delincuencia social. Es decir que se le pedía a cada padre que fuera el detector de su progenitura. El petitorio "Ningún cero en conducta para niños de tres años", lanzado por Pierre Délion, reunió 200.000 firmas.
Después estuvieron los propósitos, por lo menos desubicados, de Nicolás Sarkozy, sobre el carácter genético-hormonal del suicidio y de las desviaciones sexuales. Y finalmente hubo, en mayo de 2007, la voluntad del poder estatal de utilizar los test de ADN para controlar a los inmigrantes, despreciando así los derechos humanos. A esto se agregó, como frutilla del postre, la propuesta hecha por la ministra de Justicia de juzgar a los locos criminales, incapaces sin embargo de comprender el significado de sus actos.
Si la ideología de la seguridad se desplegó en el campo de los ministerios de Salud y Justicia, se propaga también en las filas de los funcionarios de la educación nacional.
Desde hace cuarenta años se enseñan en los departamentos de Psicología formaciones clínicas que se reclaman del psicoanálisis y que están amenazadas ahora por peritos salidos de la psicología experimental o cognitiva. Una vez más se les pide a los especialistas opinar sobre lo que desconocen: un panadero juzga a un cerrajero. De allí, el conflicto de intereses, ya que estos peritos adhieren a una concepción de la subjetividad contraria a la de la clínica.
Frente a este avance de la manía evaluadora, los docentes involucrados lanzaron, en junio de 2007, un petitorio "Salvemos a la clínica", que recogió más de 10.000 firmas. Iban en el mismo sentido que Jacques Alain Miller, organizador de los foros destinados a luchar contra los daños provocados por los peritajes. (...) las autoridades del Estado deben pronunciarse claramente sobre esta cuestión civilizatoria. ¿Va a continuar el sometimiento de los investigadores a peritajes inoperantes y la transformación de los profesionales de la psiquis en agentes de seguridad?
¿Se va a continuar con una política que nos aleja de la tradición humanista de Europa? ¿Se va a erradicar a Freud de los departamentos de Psicología en un país que, sin embargo, vio nacer a algunos de sus más brillantes intérpretes, reconocidos en el mundo entero? El debate está abierto.

Élisabeth Roudinesco*

* Elizabeth Roudinesco es directora de investigaciones en el Departamento de Historia de la Universidad París-VII. Publicado en Le Monde, 19 de enero de 2008.

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Comentario



El problema con la postura de Roudinesco es que se limita a plantear la denuncia, que por lo demás no es nueva (ver Foucault, por ej.), sobre la función de dominación social que ejercen ciertas terapias y saberes utilizados como meras tecnologías por el Estado.
Ahora bien, su punto de partida es el del ciudadano abstracto, por lo que no cuestióna al Estado como "mera junta que administra los negocios de la burguesía", sino a ESTE estado neoliberal, controlador, etc. Como si el Estado burgués pudiera ser otra cosa en esta etapa del capitalismo. El capitalismo, en su análisis, queda como un apriori incuestionable.
Por otro lado, y esto es contradictorio con otros de sus textos (ver Por qué el psicoanálisis? o la misma biografía de Lacan), da una idea del psicoanálisis y de la clínica como subversivos de suyo, sin cuestionar el orden social en el que se asientan. Nada más alejado de la realidad, cuando la misma ER llegó a plantear que, en estas condiciones sociales "usan al psicoanálisis como una pastilla", o a mostrar cómo la idea de psicoanálisis=subversión="les traemos la peste", es un invento de marketing de Jaques Lacan. Por otro lado, es justamente ella la que mostró el enorme negocio y poder que significa manejar la obra de JL para Miller, y cómo de ese modo impide cualquier lectura crítica de la misma.
Es más, los invito a darse una vuelta por la facultad de psicología, donde conviven en armonía los discípulos de JAMiller, que hacen "clínica", con los asesores de la burguesía argentina en cómo explotar mejor a sus RRHH.

En fin, la denuncia, tiene una aspecto de validez pero termina cayendo en esa operación ideológica que parte de negar las posibilidades de terminar con el capitalismo y con su estado. Operacion ideológica que opera con fuerza en la Facultad de Psicología.
Esta operación está tan difundida que, si mal no recuerdo, este artículo fue publicado, sin una sóla crítica, hace unos meses en la mismísima Prensa Obrera del PO, que dirige el centro de estudiantes en psicología desde hace 7 años.



juan (EnClave ROJA)





domingo, 14 de septiembre de 2008

domingo, 24 de agosto de 2008

Boletín de En Clave ROJA nº4

Boletín de En Clave Roja Nº 4

1 - Para defender Antropológicos: ¡democraticemos los órganos de gobierno de la Facultad!

2 - Ni K ni oposición Sojera. Por un movimiento estudiantil independiente de los dos bandos capitalistas.

3 – Video de la lucha de los trabajadores del neumático (hacé clik acá para verlo)

1) Para defender Antropológicos: ¡democraticemos los órganos de gobierno de la Facultad!

A menos de dos años de cumplirse el mandato de su alteza Sara, se libra una dura lucha por quién va a ser la/el próximo decano/a en psico, o sea, por el poder político y de la caja ($$$$$). De un lado Sara y la patota comandada por Sergio Cabral, y del otro, Antonio "Paolo" Biglieri, actual secretario de Extensión Universitaria, comandando la camarilla de la agrupación Convergencia Académica (ex Franja Morada,), a la que responde la mayoría del Consejo Directivo. Por esto, intentan poner a gente de su camarilla al frente de la mayor cantidad posible de cátedras, dado que en este antidemocrático régimen de gobierno, sólo tienen voto para esto los titulares, adjuntos y asociados concursados (que son una porción minoritaria, aproximadamente 150, dentro del conjunto de más de 2000 docentes). Esta es la razón por la que atacan la Cátedra de Antropológicos, uno de los pocos reductos de cierto "pensamiento crítico" en la carrera, por medio de un concurso digitado de antemano donde un jurado votado por la mayoría del Consejo Directivo, o sea, los miembros de Convergencia Académica, quieren votar a un jurado que responda a Convergencia... para que vote a su vez al candidato Guido Korman, miembro de la agrupación… la respuesta es correcta! Convergencia! Si esto no es pensamiento único…

En la universidad de los K y los radicales, las camarillas administran la miseria y moldean las carreras

En el prolongado conflicto entre el gobierno y las patronales del campo, en el que se impusieron los sectores más rancios de la derecha económica y política que se disputan la renta diferencial agraria, quedó en claro cuáles son sus verdaderos intereses. Pero también quedó claro que el gobierno K no es "nacional" ni "popular", y quiere la renta para pagar la ilegítima deuda externa y seguir subsidiando a los empresarios amigos frente a la crisis económica internacional que empieza a sentirse en nuestro país. Frente a esto las patronales ya han empezado a descargar la crisis sobre los trabajadores, como en Fate, Pirelli y Firestone, con una ejemplar respuesta de los obreros que estudiantes y docentes tenemos que apoyar.

Sabemos bien de qué se trata, porque más allá de todo el verso de Cristina acerca de la distribución del ingreso, este año 16 mil millones de dólares irán a parar a la deuda externa y 8 mil millones más a subsidiar a los empresarios. Por su parte, a las universidades públicas en su conjunto "les toca" solamente 1600 millones de dólares. Esto ya ha provocado crisis en varias facultades, como en Arquitectura, donde el decano K Sorín dijo que el presupuesto no alcanza y dio de baja 180 cargos docentes. La respuesta de los estudiantes, impulsada por En Clave ROJA, fueron dos asambleas masivas desde las cuales se viene dando un plan de lucha y denuncia de las camarillas. Es un ejemplo de la respuesta que tenemos que dar en Psico.

Es que este gobierno, y las camarillas que dirigen la UBA sostienen el mismo desfinanciamiento y los mismos lineamientos de la Ley de Educación Superior privatista impuesta por el menemismo, aunque pretendan maquillarlo con una nueva ley de educación superior. En este sentido, es muy importante que los estudiantes y agrupaciones que sostenemos una respuesta clasista a la disputa patronal, tenemos planteado fortalecer la "tercera posición" en cada facultad.

¿Qué pasa en Psico?

Las camarillas que manejan Psico forman parte de este régimen universitario que no pudiendo poner al procesista Alterini al frente de la UBA, sesionaron escandalosamente en el Congreso vallado a espaldas del conjunto de estudiantes y docentes, votando al kirchnerista Hallú mientras la policía reprimía a quienes peleamos por la democratización de la universidad. Es un régimen tan antidemocrático como represivo e impune. Así como Hallú persigue a los estudiantes, con causas judiciales e incluso creando recientemente una suerte de "policía interna", en Psico vienen atacando a las agrupaciones estudiantiles y manteniendo en la impunidad a su fuerza de choque, la patota del secretario gremial Sergio Cabral (FOTO), que increíblemente se sienta como si nada en el Consejo Directivo.

Más allá de que esté abierta una disputa por el poder y la caja que representa la facultad, en lo esencial estos dos sectores tienen el mismo proyecto para Psico: juntos impulsaron el crecimiento del posgrado arancelado a costa de vaciar la carrera de grado (con el cual este llevan facturados $5.938.858 desde 2003), la imposición del "corralito de las cuatro materias", matemática como filtro en el CBC (y la supresión de la posibilidad de cursar antropología). Respecto a los contenidos, han avanzado en poner la formación cada vez más orientada a las necesidades de los capitalistas y su estado: inaugurando nuevas cátedras como la cátedra de psicología del trabajo dirigida por el profesor Alonzo, consultor del gran empresariado argentino al igual que la otra titular (y vicedecana) Graciela Filippi, la de psicología política dirigida por el profesor Benvenaste y el mismísimo "Paolo" Biglieri, o la de psicología Forense dirigida por el Secretario del Consejo Directivo Varela y el Consejero Directivo por la agrupación Convergencia Sarmiento, que legitima las cárceles, institutos de menores y pretende formarnos para trabajar en ellas. Y esto al mismo tiempo que atacan a las cátedras que hacen algunos cuestionamientos el pensamiento único impuesto por estos sectores, como vimos con el concurso trucho a la profesora Ana Fernandez, y ahora con el intento de barrer el programa de antropológicos.

Es tan reaccionario el "staff" que imponen estas camarillas, que el reemplazante de Corsi en la cátedra de Violencia Familiar y Abuso infantil es… el profesor Osvaldo Varela, funcionario de correccionales de menores y del Servicio Penitenciario Federal. (Es que Varela es también el director "gerente" del área de posgrado).

¿Cómo es posible que estos personajes gobiernen la facultad, moldeándola según esos intereses y aplicando esas medidas? ¿Cómo pueden imponerse a la mayoría de estudiantes, docentes y no-docentes? Gracias a un sistema de gobierno feudal: un Consejo Directivo en el que los estudiantes, que somos la mayoría (aproximadamente 20.000), tenemos sólo una ínfima representación (4 representantes), la mayoría de los docentes (2.000) no tienen ni voz ni voto para votar a sus consejeros (a los 8 consejeros docentes sólo los pueden elegir uno 150 titulares, adjuntos y asociados concursados), y el claustro de graduados sólo tiene una función clientelar (es la base del poder de la agrupación Convergencia). O sea, con sólo 8 personas (claustro de profesores), pueden imponer al nuevo decano/a. Es por esto que Convergencia apunta poner gente que responda a su agrupación al frente de la mayor cantidad de cátedras para "llegar mejor" a pelear el decanato.

El eslabón que cierra esta cadena burocrática reaccionaria son los concursos truchos por medio de los cuales se votan esos profesores titulares, adjuntos y asociados (los 150 que votan a los ocho que garantizan la mayoría para la elección de decano). Al jurado que define cada concurso lo vota la mayoría del Consejo Directivo, o sea Convergencia, poniendo jurados que le responden, y así se aseguran ganar cada uno de los cargos. En el caso de Antropológicos, utilizaron la herramienta de la jubilación forzosa con la profesora María Laura Méndez, y en su lugar buscan poner al consejero Guido Korman, miembro de Convergencia.

Para defender Antropológicos: ¡democraticemos los órganos de gobierno de la Facultad!

Hay que democratizar la facultad para discutir qué carrera queremos. Nuestros métodos deben ser los del más amplio y democrático debate en asambleas de estudiantes y docentes. La única manera de defender realmente la Cátedra de Antropológicos pasa por democratizar estos concursos y abrir la pelea por la democratización de los órganos de gobierno, de forma que seamos el conjunto de estudiantes y docentes quienes decidamos, porque somos nosotros quienes sostenemos la universidad.
En la próxima sesión del CD tenemos que impedir que se vote el jurado trucho que propone Convergencia, e imponer un jurado que lleve la voz de las asambleas interclaustros compuestas por estudiantes y docentes. Este es el método que debemos tomar: un método contrario a la negociación entre cuatro paredes. Allí debemos definir con qué contenidos formarnos para poder poner nuestros conocimientos al servicio de la clase trabajadora y el pueblo pobre. ¡Todo lo contrario a lo que estas camarillas quieren!
En camino a la democratización de la universidad y al cambio de raíz de nuestra carrera tenemos que mostrar que los estudiantes nos organizamos de manera independiente de esta burocracia, por lo que es clave exigir que los consejeros estudiantiles (3 representantes del EPA) y la minoría de graduados (Psicólogos en Frente) lleven el mandato de las asambleas al antidemocrático Consejo Directivo. Lejos del contenido burocrático que tienen esos cargos para el régimen actual, tenemos que llenarlos del contenido democrático de lo discutido en asamblea.
Nuestro proyecto de carrera y nuestros métodos son opuestos por el vértice, tienen que estar basados en la más amplia democracia, es por esto que es de primer orden que discutamos en las asambleas ínter claustros, como una forma intermedia, una propuesta de jurados que estén dispuestos a sostener los criterios que definamos entre la mayoría de estudiantes y docentes.

Tenemos que organizarnos

Hoy por hoy es de central importancia comenzar a organizarnos para dar esta pelea de fondo, y para esto tenemos que llenar el CEP de contenido. Hasta ahora desde la conducción del CEP, el EPA no viene dando ninguna lucha seria, lo que implicaría en primer transformar al CEP en un organizador de los estudiantes, desde abajo. Es necesario que el Centro de Estudiantes deje de ser una fórmula abstracta, una cáscara vacía de participación y contenido y, en ese sentido, tenemos que construirlo desde abajo, organizando asambleas reales y poniendo en pie un cuerpo de delegados que se reúna y discuta las tareas que el estudiantado debe llevar adelante. Necesitamos un Centro de Estudiantes para la lucha, que se llene de contenido con la participación estudiantil!
La defensa de Antropológicos nos tiene que servir para dar el puntapié inicial. Transformemos los primeros teóricos de Antropológicos en verdaderas asambleas donde discutir democráticamente como dar esta pelea, que tiene como horizonte transformar de raíz la facultad y la carrera.

¡Todos al primer teórico de Antropológicos!

viernes 22 de agosto, 19:45hs en el aula 5


Impongamos un jurado de profesores que llevan el mandato votado por la asamblea de estudiantes y docentes.

Por un cogobierno con claustro único docente, voz y voto para los no-docentes y mayoría estudiantil.

Fuera Cabral y la patota de la facultad. ¡Basta de impunidad!

Desprocesamiento ya de todos los luchadores obreros, estudiantiles y populares!

Basta de docentes trabajando gratis y edificios que se vienen abajo. Triplicación del presupuesto ya!

Basta de persecución ideológica y pensamiento único en Psico. Tenemos derecho a organizarnos y pelear por lo nuestro. Impongamos verdaderas Cátedras paralelas preparadas democráticamente por estudiantes y docentes, con presupuesto para los docentes.

Todo el apoyo a la lucha de los trabajadores del neumático. (ver video de la lucha de los trabajadores del neumático)


2) Ni K ni oposición Sojera. Por un movimiento estudiantil independiente de los dos bandos capitalistas.

En el último congreso de la FUA realizado en el mes de julio, distintas agrupaciones estudiantiles de izquierda y combativas conquistamos un bloque común para intervenir con una posición independiente del gobierno de Kristina y de las patronales del campo frente a la crisis nacional. De esta manera, logramos enfrentar a agrupaciones afines a la Sociedad Rural como Franja Morada (actual conducción de la FUA), que gobiernan desde fines de la ultima dictadura militar en distintas federaciones universitarias y centros de estudiantes, permitiendo que la universidad se encuentre cada vez mas mercantilizada y al servicio de los grandes empresarios del país a través de la Ley de Educación del Banco Mundial, y con graves problemas de presupuesto. Esto lo lograron despolitizando y desmovilizando al movimiento estudiantil y transformando los centros de estudiantes en centros shopping. Con el bloque "Ni K Ni Campo" también logramos enfrentar a las corrientes estudiantiles que posando de combativas apoyan al gobierno K, el mismo que financia a la burguesía industrial, (UIA) igual de genocida que los terratenientes, sin denunciarlos, y no avanzó en nada para que aparezca con vida Julio López, ni en juzgar y encarcelar a los por lo menos 9000 policías de la bonaerense que siguen en actividad y brindaron servicios en el golpe del ´76 fomentado y financiado por la Sociedad Rural y la UIA.

Desde En Clave ROJA intervenimos junto al PO, El Viejo Topo, El Cauce, entre otras agrupaciones, en un bloque común delimitado políticamente tanto del gobierno como de las cuatro entidades patronales del campo y sus representantes en la universidad, denunciando la posición de estos dos sectores que llevan al movimiento estudiantil a apoyar a distintas variantes capitalistas, y delimitados también del otro bloque expresado, compuesto por la izquierda sojera (PCR, MST –que en psico es parte del EPA) que llevan, al igual que la Franja Morada, a los estudiantes a ser furgón de cola de las cuatro entidades rurales, que desde hace algunos años están teniendo ganancias históricas.

Desde enclave roja (PTS e independientes) sostenemos que es imperioso, y ahora con mas fuerza, desarrollar un movimiento estudiantil clasista y combativo que apoye con energía y convicción la lucha de los trabajadores, con independencia de los sectores capitalistas y sus lacayos en la casa de estudios, o sea los decanos y rectores, ya que de avecinarse una futura crisis es clave alentar y construir estos lazos como única manera de satisfacer las necesidades de los trabajadores y los sectores populares. Por esto llamamos a los sectores con los que formamos este bloque a darle impulso para desarrollar un movimiento estudiantil que apoye de forma independiente la lucha de los trabajadores, transformando de raíz las universidades y poniendo el conocimiento a su servicio y no al servicio de la burguesía genocida. Es necesario que el PO deje de lado el bloque político con el MST en psico, comenzando ya mismo a llamar las primeras reuniones en psico de los que somos independientes del gobierno y de las patronales del campo.

Agrupación En Clave ROJA psicología

Secretaría de la Mujer del CEP

sec_mujercep@yahoo.com.ar

martes, 19 de agosto de 2008

Basta de impunidad y pensamiento único

El pasado 14 de Julio, la decana de Psicología, Sara Slapak, emitió un comunicado en el cual, a partir de una nota del secretario gremial no docente Sergio Cabral (foto abajo; quien como se ve sigue "normalmente" en su cargo), anuncia la prohibición de realizar actividades extracurriculares en la facultad. Desde la agrupación En Clave ROJA repudiamos esta declaración por considerar que demuestra el grado de persecución e impunidad con el que gobiernan las camarillas profesorales en Psicología, que durante estas semanas de receso dieron una ofensiva sobre nuestra formación e incluso con declaraciones contra las agrupaciones estudiantiles que formamos parte del CEP.

Un clima de impunidad a nivel nacional


Si la decana y sus aliados pueden prohibir las actividades políticas, sociales y culturales es porque encuentran aire para hacerlo. Y no es un dato menor que esto se de mientras el gobierno "nacional y popular" de los K sostiene en la impunidad al grueso de los genocidas que, como el "laucha" Julián Corrés, "escapan" al ser custodiados por la policía federal, o sus pares de la bonaerense que cuentan entre sus filas con mas de 9000 miembros actuantes en la dictadura, al tiempo que persiguen a los luchadores obreros, estudiantiles y populares procesándolos (como a los trabajadores del Casino o la textil Mafissa) y amedrentan a los trabajadores que resisten los ataques de la patronal (como estamos viendo en estos días con los mas de 150 despidos de los trabajadores de Fate, Pirelli y Firestone), algo que también hemos visto con la lucha de los estudiantes del CBC de Merlo, con los estudiantes que apoyaron la lucha del Casino, como Octavio Crivaro o con el compañero Grenno, sumariado por hacer una pintada por la aparición con vida de López.

¿Qué pasa en Psico?

La negativa de estos sectores a que los estudiantes utilicemos los espacios de nuestra facultad, no es nueva. Los que, a diferencia de agrupaciones financiadas por el gobierno, como Libres del Sur, sostenemos la independencia de éste y autofinanciamos nuestras actividades, tenemos que lidiar siempre con esta negativa. Para imponer la elitización de la formación a través de la Ley de Educación Superior y engrosar sus bolsillos con posgrados arancelados e importantes negocios con instituciones Psi, la decana y el resto de los funcionarios académicos, han utilizado sistemáticamente la persecución y los ataques políticos e ideológicos a estudiantes y docentes como método privilegiado.

Dos camarillas reaccionarias se disputan el poder y la caja…


Y esto se agrava cuando, a menos de dos años de cumplirse el mandato de su alteza Sara, se libra una dura lucha por quién va a ser la/el próximo decano/a en psico, o sea, por el poder de la caja ($$$$$). De un lado Sara y la patota comandada por Sergio Cabral, y del otro, Antonio "Paolo" Biglieri, actual secretario de extensión universitaria, comandando la camarilla de la agrupación Convergencia (ex Franja Morada,), a la que responde la mayoría del Consejo Directivo. Ahora, si bien está abierta una disputa por el poder y la caja que representa la facultad, en lo esencial estos dos sectores tienen el mismo proyecto para psico: juntos impulsaron el crecimiento del posgrado arancelado a costa de vaciar la carrera de grado (con el cual este llevan facturados $5.938.858 desde 2003), la imposición del "corralito de las cuatro materias", matemática como filtro en el CBC, y la inauguración de nuevas cátedras directamente orientadas a las necesidades del Capital, como la cátedra de psicología del trabajo dirigida por un consultor del gran empresariado argentino, o la de psicología política dirigida por el mismísimo "Paolo" Biglieri. Y como en un sistema feudal como el de psico el o la próximo/a decano/a sería votado por sólo 8 profesores elegidos por aproximadamente 130 (de un total de aproximadamente 2000 docentes, y de más de 20000 estudiantes!), Convergencia se ha lanzado a ocupar todos los cargos posibles para "llegar mejor" a pelear el decanato.

… y amenazan a uno de los últimos reductos de pensamiento crítico, Problemas Antropológicos


Por esto, la camarilla utilizó recientemente el artículo 51 del Estatuto Universitario para jubilar "forzosamente" a la titular Maria Laura Mendez, con el objetivo de ocupar con gente de Convergencia la materia Problemas Antropológicos, una de las materias mas críticas de nuestra formación, dándosela a un miembro de la camarilla mediante un concurso "cantado": jurados de Convergencia elegirán a un candidato de… sí! Convergencia! Debemos impedirlo! Frente a esto, en lo inmediato tenemos que exigir jurados conformados por docentes y estudiantes, elegidos democráticamente con el criterio "una persona=un voto". Hay que imponer la democratización de los concursos, de modo que todos (estudiantes y docentes) podamos conocer y decidir con quiénes y con qué ideas vamos a formarnos.

Preparan una avanzada en sus planes privatistas y antipopulares


Con a prohibición de las actividades culturales, políticas y sociales, no buscan más que preparar el terreno para el cuatrimestre que viene. A pesar de que ambas camarillas hoy se están sacando los ojos para ver quién se va a quedar con el el decanato de psico, en esto están juntos, no dudan en unirse para seguir avanzando en la aplicación sistemática de la LES ( posgrados pagos, cupo limitado de inscripciones, corralito de las cuatro materias y demás medidas restrictivas y privatistas) con el objetivo de que la carrera de Psicología sea acreditada por la CONEAU – Comisión Nacional de Evaluación y Acreditación Universitaria, organismo creado por la LES (cuyos miembros son dispuestos en su mayoría por diputados y senadores) para aplicar las reformas del Banco Mundial para la universidad. Y pretenden ir por más, tratando de impedir de que estudiantes y docentes comencemos a alzar nuestra voz frente a la reforma de la carrera y los nuevos negociados que preparan a nuestras espaldas.

Para eso intentan legitimar su fuerza de choque: la patota de Cabral


Para esto, se ven en la necesidad de relegitimar a su fuerza de choque, la desprestigiada patota dirigida por el kirchnerista Anró, y en particular a su secretario Gremial Sergio Cabral (foto), a quien todo el país pudo ver en las tapas de los diarios golpeando brutalmente a los estudiantes que nos oponíamos a (e impedimos con nuestra lucha) la asunción del procesista Alterini al frente de la UBA, y a quien Slapak y la camarilla de la agrupación Convergencia, que gobierna la facultad, apoyaban. Lejos de defender los derechos de los trabajadores, los Cabral y Anró (como todos los burócratas sindicales) tienen la función de garantizar los techos salariales para los trabajadores (quedó claro con el Consejo del Salario pactando la miseria de $1200 de salario mínimo) manteniendo enormes ganancias para los empresarios y salarios de miseria para los docentes, miles trabajando gratis; y las facultades hechas pedazos por el ahogo presupuestario. Este intento de legitimar nuevamente a las patotas se da luego de que Slapak avalara junto a otros decanos y consejeros superiores la judicialización la protesta estudiantil, avalando el procesamiento de cinco estudiantes, y mientras el rector kirchnerista Hallú (que asumió de forma bochornosa tras las vallas del congreso mientras la policía reprimía a los estudiantes) acaba de crear la "Secretaria de Seguridad del Rectorado" a cargo de un ex oficial de empresas de seguridad privadas.

Nuestras tareas

Frente a esto, desde En Clave ROJA repudiamos el accionar de Slapak y la camarilla universitaria. Comencemos el próximo cuatrimestre exigiendo la expulsión de la patota de Cabral y Anró, rechazando el concurso "cantado" de Antropológicos, y llamando a nuestros/as compañeros/as a organizarnos junto a docentes y no docentes para enfrentar esta ofensiva de conjunto y poner la universidad al servicio de los trabajadores y el pueblo. Para llevar adelante esto será necesario organizarnos y movilizarnos. Es imprescindible que pongamos en pie un verdadero centro de estudiantes que esté a la altura de dar esta pela, que se llene de participación estudiantil y que funciones democráticamente en base a asambleas. Lamentablemente durante los ultimos 7 años, el EPA (PO-Brote-MST) han mantenido un Centro de Estudiantes que, mas alla del discurso opositor, convive pacificamente con este regimen reaccionario y cuya funcion central es la de brindar servicios, como los bares y las fotocopiadoras, enmascarandolo a traves de "comisiones" que tienen escasa participacion estudiantil. Por esto, exigimos que la dirección del CEP (EPA) tome en sus manos las resoluciones que discutimos en el Congreso Abierto de la FUBA que se realizó a fines de mayo, donde votamos a mano alzada una campaña por el desprocesamiento de todos los luchadores obreros, estudiantiles y populares y contra la criminalización de la protesta social.

Organicémonos exigiendo:

- Fuera Cabral y la patota de psicología.

- Basta de pensamiento único y de persecución ideológica.

- Abajo el concurso trucho de Antropológicos. Por un jurado docente-estudiantil, elegido democráticamente con el criterio "una persona, un voto" entre todos los estudiantes y docentes. Movilicémonos el lunes 4 a las 9 AM al Consejo directivo para pelear por estas consignas

Agrupación
En Clave ROJA psicología
Secretaría de la Mujer del CEP sec_mujercep@yahoo.com.ar

viernes, 1 de agosto de 2008

Ante el incumplimiento patronal de conciliación obligatoria y amenazas
de militarización de empresas
¡Llamado urgente de solidaridad!
Comunicado del SUTNA San Fernando
Jueves 31 de Julio de 2008


En el día de la fecha, a las 06:00AM, los trabajadores del neumático
debían ingresar normalmente a sus tareas para dar cumplimiento a lo
dispuesto por el Ministerio de Trabajo de la nación. En este caso se
trata de una conciliación obligatoria que retrotraería la situación al
viernes ultimo, fecha en la cual, tanto Fate, Pirelli y Firestone, las
tres firmas que componen el gremio, concretaron despidos masivos. En
total más de 180 en forma repartida, constituyéndose esto en la
respuesta al reclamo salarial que esta organización gremial viene
sosteniendo a través de extensas negociaciones desde el mes de Marzo.
No obstante las patronales del neumático se negaron a permitir el
ingreso de los compañeros despedidos como lo dispone el mencionado
procedimiento legal. En este estado y reclamando se cumpla, conforme a
derecho, los trabajadores de las plantas Pirelli y Fate pudieron
ingresar a sus puestos de trabajo superando en forma pacifica el
imponente dispositivo policial montado en los ingresos de cada una de
estas plantas.
Ante esta situación las patronales han amenazado a sus trabajadores
con la posibilidad de desalojar en forma inmediata y por la fuerza las
mencionadas empresas, manifestando incluso la necesidad de
"militarizar" las mismas!!!
Hacemos un llamado urgente para rodear de solidaridad, de todas las
maneras posibles, a todas las organizaciones sindicales, políticas, de
derechos humanos, etc. Como así también a todo tipo de personalidades
y medios masivos de comunicación, dirigirse a las 12 horas en la
fabrica FATE que se encuentra en Blanco Encalada 3003, Victoria
partido de San Fernando.


Para estar alertas ante un nuevo y violento intento de atropello, a
los derechos constitucionales, por una parte de los grupos de poder
económico que estas empresas representan.

Comunicado de En Clave ROJA

¡Viva la lucha de los trabajadores del neumático!

Por la reincorporación de todos los despedidos de Fate, Pirelli y Firestone

y el cumplimiento de todas las demandas de los trabajadores

Desde la agrupación universitaria En Clave Roja (PTS e independientes) nos solidarizamos con las medidas de fuerza que están llevando adelante los trabajadores del neumático; ante el ataque de las patronales (Fate, Pirelli y Firestone) que han despedido a más de 150 compañeros, cuando se está negociando un aumento salarial, mientras se anuncian tarifazos y nuevos aumentos a la canasta familiar. Esto no es más que una clara provocación patronal que, con la complicidad de las autoridades de los gobiernos nacional y provincial, ha militarizando las tres plantas, con un inmenso operativo represivo, en un intento por destruir la nueva organización democrática de los trabajadores que se está desarrollando en el gremio.

Esta política de militarizar el conflicto, sienta un nuevo antecedente de "criminalizació n de la protesta", en momentos en donde se abren sumarios y causas a los estudiantes y trabajadores que salen a luchar por sus demandas, como es el caso del CBC de Merlo, los trabajadores de Mafissa y Atento y los estudiantes solidarios con los trabajadores del Casino, Lopatka y Crivaro o el caso de Grenno sumariado por hacer una pintada por la aparición con vida de Julio Lopez.

La importante jornada de lucha del lunes 28, que incluyó una gran movilización al Ministerio de Trabajo y a la CTA , demostró que los obreros del neumático son expresión de los trabajadores que se niegan a aceptar la dictadura de las patronales, que siguen ganando millones mientras pagan salarios de miseria. Retomamos sus propias consignas: como cantaban los propios obreros "El que no salta es patronal" o como decía la bandera de los obreros de Pirelli: "Pirelli chupasangre explotador", donde ganan 1300 pesos y trabajan 12 horas por día.

Llamamos en especial a todas las federaciones, centros de estudiantes y agrupaciones combativas, así como a estudiantes y activistas independientes, y a las organizaciones gremiales, sociales, de DDHH y políticas a solidarizarse con su importante lucha, donde hoy se la juega un sector de avanzada de la clase trabajadora.

Por lo dicho nos ponemos a disposición de los trabajadores para lo que necesiten hasta que se cumplan todas sus demandas, en particular con la difusión, los acompañaremos en todas las acciones que lleven a cabo y con la importantísima tarea de aportar a su fondo de lucha, como ya hicieron los obreros de Zanon, los vecinos de San Fernando y distintas organizaciones políticas y sociales.

Desde En Clave Roja, apoyamos la convocatoria a una asamblea general de todo el gremio para unir a todos los compañeros del neumático en un plan de lucha para lograr todas demandas

· Ningún despido en el neumático. Reincorporación de los compañeros despedidos.

· Por un 35% de aumento salarial.

· Que se retiren los pedidos de desafuero a los delegados.

· Basta de persecuciones, procesamientos y agresiones a las organizaciones y antiburocráticas y compañeros que salen a luchar.

· Por la expropiación definitiva de Zanon, el Bauen y el resto de las fábricas recuperadas.

 

En Clave ROJA

(PTS e Independientes)

lunes, 21 de julio de 2008

COMUNICADO DE PRENSA DE LA AGRUPACIÓN NACIONAL UNIVERSITARIA EN CLAVE ROJA EN EL MARCO DEL CONGRESO DE LA FUA

LA IZQUIERDA CONSECUENTE DENUNCIA AL CONGRESO DE LA FUA COMO FRAUDULENTO Y BUROCRÁTICO Y CONVOCA A PREPARAR UN GRAN CONGRESO UNIVERSITARIO ABIERTO

Asimismo acordaron una declaración que se delimita tanto del gobierno de los kirchner como de los empresarios de campo.

(San Luis, 20/07/08) En el marco del Congreso de la Federación Universitaria Argentina (FUA) realizado el último fin de semana en la ciudad de San Luis, desde la agrupación nacional universitaria En Clave ROJA (PTS e independientes) junto a organizaciones como el Partido Obrero, El Viejo Topo, El Cauce, compañeros de la Federación Universitaria de la Patagonia, el Frente Popular Darío Santillán y otras, hemos denunciado el carácter fraudulento y burocrático del congreso acordado por kirchneristas y radicales que pactaron para repartirse los cargos de la FUA a espaldas del movimiento estudiantil.

Asimismo, estas agrupaciones hemos acordado una declaración conteniendo una "tercera posición" frente a la crisis nacional, independiente tanto del gobierno nacional como de las patronales del campo y por la unidad del movimiento estudiantil con los trabajadores del campo y de la ciudad, ya que tanto los Kirchner como las entidades patronales del campo representan intereses enemigos de los trabajadores y el pueblo.

Efectivamente, a espaldas del movimiento estudiantil los kirchneristas que quieren las retenciones para seguir pagando deuda externa y subsidiar a los empresarios pactaron en este congreso de la FUA con los radicales que apoyan a los capitalistas del campo. Para eso han hecho aparecer decenas de actas irregulares, impugnaciones a los centros más combativos del país para que no puedan acreditar sus delegados, reconocimiento de delegados surgidos de elecciones fraudulentas llevadas adelante por la Franja Morada, entre otros fraudes del mismo tenor.

Lamentablemente algunos sectores de la izquierda que durante el conflicto nacional vienen apoyando a los dueños del campo, como el PCR/CEPA y el MST, pretendieron legitimar este congreso trucho, presentando una lista propia.

Por esta razón, y dado que la FUA es conducida por organizaciones hostiles a las luchas del movimiento estudiantil, a propuesta de En Clave ROJA el sector de la izquierda que no avaló este congreso escandaloso definió la convocatoria a una instancia de coordinación nacional el 5 de Agosto en la Facultad de Bellas Artes de La Plata.

Dicha reunión será el primer paso para organizar y preparar un Gran Encuentro Nacional Universitario abierto a todo el movimiento estudiantil para el segundo cuatrimestre del año, donde las federaciones, centros y agrupaciones combativas podamos tomar en nuestra manos y centralizar la lucha por mayor presupuesto para la universidad pública, contra la Ley de Educación Superior (LES) y la reforma que prepara el kirchnerismo, por el desprocesamiento de los luchadores obreros y estudiantiles, en apoyo a las luchas obreras y por el conjunto de las demandas del movimiento estudiantil.

Jesica Calcagno

Presidenta del Centro de Estudiantes de Ciencias Sociales (UBA): (011) 15 5096-0483

Leandro Améndola

Presidente del Centro de Estudiantes de Bellas Artes (UNLP): (0221) 15 554-9788

Agrupación Nacional Universitaria

En Clave ROJA

PTS e independientes

UBA-UNLP-UNC-UNCo-UNR-UNJU-UNCU-UNT-UNNOBA-JUNIN-UNGS-UNLZ-UNQ-UNSM-UNLPAM-UNS-MDQ-IUNA

lunes, 23 de junio de 2008

ué se publiquen las resoluciones del Congreso Abierto de la FUBA!!!

Qué se publiquen las resoluciones del Congreso Abierto de la FUBA!!!

A casi un mes de realizado el Congreso Abierto de la FUBA la Presidencia de la Federación (PO, MST, PCR) aún no ha difundido las resoluciones del mismo.

Desde En Clave ROJA saludamos en su momento que por primera vez en mucho tiempo, y como producto de la pelea que dimos, como parte de la Mesa Ejecutiva de la FUBA, junto a otras agrupaciones, se realizara un Congreso Abierto, a diferencia de lo que venía sucediendo en los últimos años por política de la Presidencia que era realizar un sólo Congreso por año, en época de vacaciones y limitado a renovar autoridades.

Partiendo de ahí nuestro balance del Congreso es que fue un paso adelante, ya que por primera vez en años se realizó una instancia de este tipo en la cual más de 600 estudiantes debatimos en comisiones y votamos resoluciones a mano alzada en un plenario final. Desde En Clave ROJA participamos con una delegación de más de 150 estudiantes.

Sin embargo, a casi un mes del Congreso debemos decir que por responsabilidad del PO, el PCR y el MST que conducen la Federación, las resoluciones no han sido publicadas para conocimiento de las decenas de miles de estudiantes de todas las facultades, incluso cuando algunas de las decisiones del Congreso ya han sido llevadas adelante, como la importante Marcha Nacional Educativa que realizamos a Plaza de Mayo el pasado viernes.

Con esta política de no difundir las resoluciones, la Presidencia de la FUBA está desperdiciando una oportunidad de fortalecer la Federación. Desde En Clave ROJA siempre hemos planteado que las políticas burocráticas no hacen más que fortalecer a las organizaciones que quieren destruir la Federación y dividirla, y que, por el contrario, lo que está planteado es revolucionar la organización de la FUBA para incorporar a miles de estudiantes a su vida activa, realizando Congresos abiertos periódicamente, asambleas por facultad e interfacultades. Lamentablemente, luego de dar un paso adelante en este sentido por primera vez en años, el PO, el PCR y el MST vuelven a retroceder negándose a que le lleguen a miles de estudiantes las resoluciones del Congreso Abierto.

Un “olvido” intencional

Lamentablemente, debemos decir que no es un “descuido” de la Presidencia de la FUBA. El día lunes 9 de junio se reunió la Mesa Ejecutiva de la FUBA, se pasó en limpio las resoluciones y la Presidencia se comprometió a publicarlas al día siguiente, lo cual no ha sucedido.

La explicación de esto es que dos de las agrupaciones de la Presidencia de la FUBA (MST y PCR) y una de la vicepresidencia (Izquierda Socialista) quieren esconder las resoluciones del Congreso. Esto se debe a que el Congreso rechazó la política de estas organizaciones de apoyar los cacerolazos paquetes y el lock out patronal agrario que desabasteció a los trabajadores y al pueblo y que provocó inflación con el único objetivo de defender las ganancias de los capitalistas del campo. A la vez que rechazó esto, el Congreso también denunció al gobierno nacional que no quiere las retenciones para “distribuir el ingreso” sino para seguir pagando deuda externa y subsidiar a los empresarios.

Como la posición de estas organizaciones fue derrotada en el Congreso de la FUBA, el MST y el PCR no sólo esconden las resoluciones sino que en la Marcha Nacional Educativa del pasado viernes los oradores de estas corrientes hablaron en nombre de la FUBA con la posición de sus propias organizaciones sin mencionar el mandato del Congreso Abierto de la FUBA, mandato que sostiene un posicionamiento independiente tanto del gobierno nacional como de las patronales del campo y a favor de la expropiación de los grandes terratenientes, la anulación de la Ley videlista del peón rural y la nacionalizació n del comercio exterior.

Mención aparte merece el MST, que en la última asamblea de Sociales argumentó que discutir la crisis nacional dividía la lucha por el edificio… para que después en el acto de la Marcha Nacional Educativa su oradora se despachara con el apoyo a los capitalistas del campo!! Parece que para el MST discutir en asamblea divide, pero violar el mandato del Congreso de la FUBA seguramente le parece que fortalece mucho la lucha…

El Partido Obrero, que en el Congreso votó por la independencia frente a ambos bandos capitalistas junto a En Clave ROJA y otras organizaciones, es responsable también, como Presidencia de la FUBA, de que no se publiquen las resoluciones. La negativa de PO a publicarlas se explica por su política constantemente conciliadora con el MST y el PCR, política que llevó a PO a intentar hacer un acto el primero de mayo con estas organizaciones, a lo cual el MST y el PCR se negaron dejando a PO solo con pequeñas organizaciones que apoyan a los capitalistas del campo en lugar de confluir con el acto por la independencia de clase que impulsó el PTS en el Obelisco. Esta política conciliadora de PO se expresó también en el Congreso de la FUBA en la negativa a votar la declaración “Ni con el gobierno ni con las entidades patronales del campo”, a pesar de que sus propios dirigentes la habían firmado, la habían publicado en Prensa Obrera y la habían apoyado en la Asamblea de Sociales… todo para no “romper” la FUBA, según dicen los militantes de PO. Pero nuevamente esta política se demostró impotente, ya que recientemente el MST, el PCR e Izquierda Socialista han comenzado a actuar como bloque y a publicar volantes como Presidencia de la FUBA, excluyendo a PO y denunciando al gobierno nacional, aunque… sin dedicar una sola línea contra las patronales del campo.

Nada justifica que el PO, el MST y el PCR escondan bajo la alfombra las importantes resoluciones del Congreso. Exigimos a la Presidencia de la FUBA la publicación inmediata por decenas de miles de las resoluciones del Congreso, las cuales son un punto de apoyo para luchar por la triplicación del presupuesto universitario, por salario igual a la canasta familiar para los docentes, renta para los ad honorem, contra la Ley de Educación Superior y la reforma K, contra las camarillas universitarias, por la unidad del movimiento estudiantil con las luchas obreras y por el desprocesamiento de todos los luchadores, todas estas resoluciones que votamos en el Congreso y que el PO, el MST y el PCR se niegan a hacer llegar a los miles de estudiantes de cada facultad a los cuales debemos dirigirnos para fortalecer las luchas del movimiento estudiantil.

Para adherir a la declaración “Ni con el gobierno ni con las entidades patronales del campo” firmada por más de 400 docentes, intelectuales, profesionales y trabajadores de la cultura ingresá a: http://niknicampo. blogspot. com

En Clave ROJA

PTS e independientes

domingo, 22 de junio de 2008

El macrismo muestra sus planes :: anuncios en Clarin


ver Boletín de En Clave ROJA nº3 publicado en el blog

Marxismo y ciencia por Phill Gasper

Fuentes: International Socialism N° 79 (revista teórica del Socialist Workers Party de Inglaterra). De la Revista En Clave ROJA.

El artículo traza una historia de la relación entre el pensamiento marxista, desde Marx hasta el presente, y las ciencias naturales. El autor demuestra cómo los últimos avances científicos confirman el materialismo dialéctico, el método de abordaje de la realidad que da cuenta del desarrollo contradictorio de ésta, a la vez que devela las nuevas formas irracionales del pensamiento burgués, como intento ideológicos que intentan preservar al capitalismo decadente de la crítica superadora de la ciencia marxista.

Los marxistas tienen más de una razón para interesarse en la ciencia. Desde un punto de vista sencillamente práctico, es muy difícil ser un activista político sin referirse a las distintas formas en que la ciencia y la tecnología tienen un impacto en la sociedad moderna -desde el desarrollo de las computadoras, al recalentamiento global, al uso de argumentos biológicos deterministas para defender el statu quo. Por lo tanto sólo desde esta perspectiva, hay obviamente buenas razones para tener al menos una comprensión de la ciencia y de las formas en que es usada y mal usada. Pero la ciencia no sólo es importante para los marxistas -el marxismo es importante para la ciencia. El marxismo intenta ofrecer un marco abarcativo para comprender la sociedad humana y más allá de cualquier otra cosa que pueda ser, la ciencia es obviamente un producto de la sociedad humana. Los marxistas rechazan así la visión de que la ciencia puede ser comprendida adecuadamente haciendo abstracción de las circunstancias sociales e históricas en las cuales se desarrolla. Al mismo tiempo, sin embargo, los marxistas (al menos aquellos que genuinamente intentan continuar la tradición iniciada por Karl Marx y Friedrich Engels) rechazan la actual posición de moda de que la ciencia es meramente una construcción social, simplemente un punto de vista entre muchos, que carece de cualquier validez objetiva.

Esto significa que los marxistas son tanto críticos como defensores de la ciencia. Somos críticos de la forma en la que las prioridades capitalistas distorsionan el desarrollo de la ciencia. No es simplemente que los descubrimientos científicos son mal usados en la sociedad capitalista, aunque ciertamente es verdad que, por ejemplo, la tecnología que podría hacer más fácil el trabajo para todos, en lugar de esto implican una aceleración de los ritmos de trabajo para algunos y desempleos para otros. De forma más fundamental, sin embargo, las teorías científicas mismas reflejan frecuentemente, implícita o explícitamente, suposiciones que están arraigadas en la ideología capitalista. Un ejemplo central de este fenómeno es la suposición reduccionista de que los sistemas complejos pueden ser siempre explicados adecuadamente en términos de la interacción de sus partes, una suposición que refleja el individualismo de la sociedad capitalista misma, y que se ha demostrado totalmente inadecuado como base para una comprensión científica satisfactoria del mundo.

Pero los marxistas también son defensores de la ciencia y sus logros -y de hecho incluso entusiastas de la investigación científica y sus descubrimientos. Es un supuesto básico de la teoría marxista que los seres humanos tienen la capacidad de expandir su comprensión, y su control, del mundo en el que viven. El desarrollo de las ciencias naturales representa así, aunque de una forma distorsionada, un triunfo de la razón humana. La admiración de Marx y Engels por la ciencia es clara a partir del hecho de que ellos describen su propia concepción materialista de la historia como como un instrumento que brinda una comprensión científica del mundo social, y no simplemente la visión de una sola clase o de un período histórico. A pesar de las distorsiones de la ciencia que resultan frecuentemente de la influencia de la ideología de la clase dominante, las ciencias naturales bajo el capitalismo han logrado un alto grado de objetividad. Efectivamente, la implacable competencia de la sociedad capitalista y la necesidad constante del sistema de expandirse, promueven las innovaciones teóricas y tecnológicas que luego son probadas rigurosamente en términos de sus consecuencias prácticas. Así los defectos de nuestra comprensión del mundo natural son a menudo expuestas implacablemente, y nos vemos obligados a proponer ideas que describen el mundo que nos rodea más adecuadamente. Como el filósofo de la ciencia Peter Railton planteó: “En contraste con el ideal contemplativo o especulativo de las elites intelectuales precapitalistas y las posibilidades duramente restringidas para la competencia y la innovación bajo los modos de producción feudales o dentro de las instituciones feudales como las primeras universidades, el surgimiento del capitalismo le da un ímpetu y una perspectiva enormes a la continuación de la investigación en formas que aumenta la posibilidad de recibir y responder a la retroalimentación causal a partir de los fenómenos naturales”. (1)

La comprensión marxista de la ciencia ofrece así una tercera vía entre la oposición cada vez más estéril entre los racionalistas “internalistas” (que intentan explicar el desarrollo de la ciencia internamente, sin referencia a su contexto social) y los relativistas “externalistas” (que argumentan implícita o explícitamente que la ciencia se desarrolla como resultado de fuerzas sociales externas y no racionales) que domina la historia, la sociología y la filosofía de la ciencia(2). A diferencia de los internalistas que creen que la ciencia puede ser comprendida como un cuerpo de ideas autocontenidas, con un método fijo que garantiza su racionalidad y objetividad, los marxistas argumentan que la ciencia es una práctica insertada socialmente y que sus conceptos básicos y sus métodos han cambiado significativamente a lo largo del tiempo. A diferencia de los externalistas que concluyen que, porque la ciencia es una práctica social sin ningún canon fijo de principios metodológicos, sus descubrimientos no tienen validez objetiva, los marxistas declaran que la ciencia es una forma de descubrir la estructura causal oculta del mundo, y que el desarrollo de la ciencia puede ayudar a socavar los supuestos que reflejan la ideología dominante.

Este artículo revisará brevemente lo que dijeron sobre la ciencia algunas de las principales figuras en la tradición marxista (para aquellos que quieran examinar esta tradición con más detalle, se puede recomendar como confiable una volumen guía del libro El marxismo y la filosofía de la ciencia de Helena Sheehan(3) ) y después continuamos haciendo algunas sugerencias sobre dónde comenzar a leer sobre la historia y el estado actual de las ciencias naturales. Comienzo con Marx mismo, en parte por la obvia razón de que él es el fundador de nuestra tradición, y en parte porque a menudo se dice falsamente que la admiración por la ciencia, y la creencia en que el marxismo echó luz sobre la ciencias naturales, representa una distorsión de las posiciones de Marx, iniciada por Engels después de su muerte. Esta posición, como veremos, es equivocada.

La tradicion marxista

Marx no escribió un tratado sistemático sobre ciencia, pero a través de todos sus escritos hay numerosos pasajes dispersos en los cuales hace comentarios sobre la naturaleza de la ciencia y sobre cuestiones generales de metodología. Hay también varios lugares en los que Marx compara sus propios estudios históricos, económicos y políticos con el tipo de investigación llevada adelante por los científicos naturales. En El Capital, por ejemplo, compara su “análisis científico de la competencia”, basado en una descripción de la “naturaleza interna del capital”, con la forma en que los astrónomos explicaron los “movimientos aparentes de los cuerpos celestes” desarrollando la teoría de “sus movimientos reales ... que no son perceptibles directamente por los sentidos”.(4)

Hay pocas discusiones de las posiciones de Marx sobre la ciencia, y aquellas que existen (como Marxismo y Materialismo de David-Hillel Ruben(5) o La teoría del conocimiento científico de Marx de Patrick Murray(6) ) tienden a ser altamente académicas, por lo que hay muy pocas alternativas más que sumergirse en los escritos mismos de Marx. La mayoría de los comentarios explícitos de Marx sobre metodología y ciencia están dispersos en trabajos como La Sagrada Familia, Manuscritos Económicos y Filosóficos, las Tesis sobre Feuerbach, La Ideología Alemana, los Grundrisse, El Capital, y en su correspondencia(7). Pero dos de las discusiones más extensas -la Introducción a los Grundrisse y las notas escritas por Marx en un libro de Adolph Wagner- están disponibles en un volumen único, Textos sobre el Método, editado por Terrell Carver. (8)

A partir de los señalamientos directos de Marx y de su propia práctica, surge una estimación relativamente sistemática de la ciencia. En primer lugar, mientras reconoce que “la experiencia sensorial debe ser la base de toda ciencia” (9), Marx es consciente que esa experiencia sensorial no puede ser tomada siempre por lo que aparenta ser (para tomar un ejemplo simple, no parece que la tierra se mueva) y rechaza enérgicamente la posición empirista de que la ciencia se preocupa en gran medida de sistematizar lo que es directamente observable más que en descubrir las causas subyacentes. El empirismo es un método restringido de pensamiento que ve al mundo como una serie de hechos muertos.

Como señala el filósofo Allen Wood, Marx “critica a los empiristas por enfatizar la observación a expensas de la teoría, y por tratar los conceptos científicos y las teorías sólo como mecanismos convenientes para relacionar hechos aislados más que como intentos de capturar la estructura de la realidad” (10)

En la jerga filosófica contemporánea, Marx es un científico realista que sostiene que la ciencia está orientada a darnos el conocimiento de la estructura subyacente de un mundo material que existe independientemente(11). Señala que “toda ciencia sería superflua si la apariencia externa y la esencia de las cosas coincidiera directamente” (12). Toma como obvio que hay “objetos sensoriales, distintos realmente de los objetos del pensamiento” (13) de modo que “la prioridad de la naturaleza externa sigue siendo irrebatible” (14), y se burla de las posiciones de los jóvenes hegelianos en 1840 comparándolas con lo que él obviamente considera como una posición absurda de que el mundo está construido por la conciencia: “Había una vez un valiente compañero que tenía la idea de que los hombres se ahogaban en el agua sólo porque estaban poseídos por la idea de la gravedad. Si pudieran sacarse esta idea de sus cabezas, planteando que es una superstición, un concepto religioso, estarían sublimemente a salvo contra cualquier peligro del agua. Durante toda su vida peleó contra la ilusión de la gravedad, de cuyos dañinos resultados todas las estadísticas le daban nuevas y múltiples evidencias. Este honesto compañero era del tipo de los nuevos filósofos revolucionarios en Alemania...” (15)

Esto debería ser elemental. Pero sorprendentemente, muchos comentaristas influyentes han argumentado que Marx no era un realista, y que no creía que el mundo natural existía independientemente de nuestro conocimiento de él. Probablemente el primero en llegar a esta conclusión fue el marxista húngaro del siglo XX Georg Lukács, que decía en los ‘20 que distinguir entre “pensamiento y existencia” es aceptar “una dualidad rígida” (16). Lukács abandonó esta posición en los ‘30 después de leer los Manuscritos Económicos y Filosóficos de Marx, que los convencieron de la importancia de reconcer la “objetividad ontológica de la naturaleza” (17), pero muchos otros (incluyendo al filósofo polaco Leszek Kolakowski(18) ) han sido partidarios de posiciones similares desde entonces. Frecuentemente se toma la “Segunda Tesis sobre Feuerbach” de Marx para apoyar esta interpretación:

La cuestión de si la verdad objetiva pertenece al pensamiento humano no es una cuestión teórica sino práctica. Es en la práctica donde el hombre debe probar la verdad, es decir, la realidad y el poderío, la terrenalidad de su pensamiento. La disputa sobre la realidad o no realidad del pensamiento aislado de la práctica es una cuestión puramente escolástica” (19)

Los comentaristas que niegan que Marx era un realista sostienen que este pasaje muestra que él definío la verdad en términos del éxito práctico, no en términos de alguna clase de correspondencia con la realidad independiente, y que rechazaba como “escolásticos” los argumentos sobre si el pensamiento realmente se corresponde con la realidad. Pero esto es leer incorrectamente la formulación de Marx (que se admite es algo oscura). Él plantea que el éxito práctico es una guía para la verdad, no que la verdad literalmente no es más que el éxito práctico, y lo que él rechaza como escolástico no es la cuestión sobre si el pensamiento se corresponde con la realidad, sino el intento de responder a este problema de forma puramente teórica, sin referencia a la práctica. De hecho hay numerosos pasajes donde Marx acepta explícitamente una visión de correspondencia de la verdad. En el epílogo de la segunda edición alemana de El Capital, por ejemplo, Marx dice que una descripción adecuada es una en la que “la vida del tema-problema es reflejada idealmente como en un espejo”, y agrega que “lo ideal no es nada más que el mundo material reflejado por la mente humana, y traducido a formas del pensamiento” (20).

A lo que todo esto equivale es a que nuestras creencias y teoría son correctas sí y sólo sí ellas copian, se corresponden o reflejan algunos aspectos de una realidad distinta, de la misma forma que un mapa representa algunos aspectos de un área geográfica (obviamente distinta). Sin embargo, Marx es bastante claro sobre que de esto no se sigue que la verdad puede ser obtenida simplemente, para decirlo de algún modo, sosteniendo un espejo sobre la naturaleza. Ese, él piensa, fue el error de los empiristas que pensaban que el mundo simplemente imprimía el conocimiento sobre nuestras mentes pasivas. Pero el conocimiento sólo puede ser obtenido por una combinación de la construcción activa de teorías que intentan comprender lo que ocurre más allá de la superficie de las apariencias, y de la intervención activa en el mundo para ver si esas ideas pueden sobrevivir la prueba de la práctica. Una teoríe de lo que se requiere para que una afirmación sea verdad es una cosa. Una teoría del conocimiento (que nos dirá cómo obtener la verdad) es otra bastante distinta. Nuestras ideas son correctas cuándo se corresponden con una realidad independiente, pero generalmente no es una cuestión simple establecer que esa correspondencia realmente se sostiene.

Más importante aún, Marx es consciente de que no hay un conjunto de conceptos ahistóricos y atemporales a partir de los cuales se construyen las teorías científicas, ni un método científico atemporal y ahistórico por el cual esas teorías pueden ser probadas. En la medida en que nuestro conocimiento del mundo material se desarrolla, nuestra comprensión de los métodos apropiados a usar para descubrir más sobre el mundo, y nuestra comprensión de los conceptos apropiados para describirlo, también se desarrollan. Más aún, los métodos y los conceptos bien pueden ser esoecíficos al problema que tratan -lo que es apropiado en un área probablemente no lo será en otra. Como señala un comentador, Marx insiste que hay “una dialéctica del concepto y el hecho”, porque las categorías que usamos para describir la experiencia deben ser cuidadosamente examinadas y fundamentadas en el tema particular bajo examen. (21). Los distintos conceptos en la física -como masa, velocidad y energía, por ejemplo- no surgieron automáticamente de la experiencia, sino que se desarrollaron por un proceso de abstracción largo y complejo, y lo mismo es verdad para los distintos conceptos empleados en la biología de la célula o en la meteorología o en cualquiera de las otras áreas de la ciencia.

Marx así ve a la ciencia como un proceso dialéctico en el sentido en que sus métodos y sus conceptos, así como sus teorías, se desarrollan todo el tiempo en una interacción dinámica entre sí y con el mundo material, permitiendo que emerjan progresivamente descripciones más adecuadas de la realidad. Pero la ciencia para Marx es dialéctica también en otros dos sentidos. Primero, la investigación científica empírica revela un mundo de procesos dinámicos, interconectados -procesos que frecuentemente involucran elementos que no sólo interactúan sino que están en conflicto unos con otros, y que así le dan al sistema al cual pertenecen una tendencia inherente al desarrollo. A lo largo del tiempo esos desarrollos pueden llevar a cambios repentinos radicales en el sistema de conjunto. La dialéctica, según Marx, “incluye en su comprehensiíon y en su reconocimiento afirmativo del estado de cosas existente, al mismo tiempo, el reconocimiento de la negación de ese estado, de su estallido inevitable, porque considera cada forma social históricamente desarrollada como un movimiento fluido, y por lo tanto toma en cuenta su naturaleza transitoria no menos que su existencia momentánea” (22). Marx aquí está hablando específicamente de la sociedad, pero está claro a partir de otros comentarios que hizo -por ejemplo, sus observaciones sobre la teoría de la evolución de Darwin discutida más abajo, y su señalamiento de que “el descubrimiento de Hegel en relación a la ley de que los cambios meramente cuantitativos se vuelven cambios cualitativos.... se sostiene igualmente bien en la historia como en la ciencia natural” (23) - que él pensaba que la misma descripción general se aplicaba también al mundo natural. La naturaleza, en otras palabras, es ella misma dialéctica, de modo que las teorías adecuadas en las ciencias naturales tendrán una estructura dialéctica.

En segundo lugar, porque el mundo natural tiene una estructura compleja, dialéctica, la mejor forma de presentar una explicación científica de algún aspecto de ese mundo puede ser comenzar con un modelo relativamente abstracto que intenta aislar las tendencias subyacentes del sistema, y después mostrar cómo los modelos más complejos, que capturan más y más de los fenómenos concretos, pueden ser desarrollados dialécticamente a partir de la abstracción original. La propia presentación de Marx de la teoría económica exhibe esta estructura dialéctica. En El Capital presenta “una jerarquía de modelos teóricos, ascendiendo por aproximaciones sucesivas desde los modelos abstractos que representan las formas sociales básicas actuales en la moderna sociedad burguesa hasta los modelos más completos y detallados de esta sociedad”(24). Si Marx tiene razón, entonces esencialmente el mismo proceso se debe seguir en otras áreas exitosas de la ciencia, como efectivamente es.(25)

Además de ser partidario de una concepción realista y dialéctica de la ciencia, Marx enfatiza que la ciencia sólo puede ser plenamente comprendida en su contexto social más amplio. ¿Dónde, se pregunta en La Ideología Alemana, “existiría la ciencia natural sin la industria y el comercio? Incluso a esta ciencia natural “pura” se le da un objetivo, así como sus materiales, sólo a través del comercio y la industria”(26). O como plantea en El Capital, “la industria moderna... hace de la ciencia una fuerza productiva distinta del trabajo y la usa al servicio del capital”.(27) Así, por ejemplo, la revolución científica y el surgimiento de la física moderna en el siglo 17 sólo pueden ser comprendidos apropiadamente en el contexto del desarrollo del capitalismo. Dicho francamente, la nueva ciencia emergió porque respondió a los intereses materiales de la burguesía.

No se sigue de aquí, sin embargo, que la ciencia no es más que ideología burguesa. Es verdad que el capitalismo puede establecer la agenda para la investigación científica, y que la ideología capitalista puede tener una influencia significativa sobre el desarrollo de las teorías científicas. Así por ejemplo, Marx señala que “Descartes, al definir a los animales como meras máquinas, veía con los ojos del período manufacturero”(28). Pero al mismo tiempo, la competencia económica, la expansión de la producción y la necesidad de encontrar modos más eficientes de generar ganancias le da a la burguesía un interés en adquirir un conocimiento objetivo del mundo natural, ya que sin es conocimiento ella fracasaría en lograr sus objetivos. Así mientras la ideología capitalista puede limitar frecuentemente el desarrollo científico, la necesidad de construir teorías prácticamente exitosas permite a la ciencia natural bajo el capitalismo lograr un grado considerable de objetividad. Para plantear esta cuestión de modo apenas diferente, Marx reconoce que la objetividad de los resultados científicos no requieren motivaciones imparciales o libres de valores para emprender una investigación científica, sino que sólo requiere que los valores que empujan a la ciencia son aquellos que probablemente con mayor frecuencia lleven a teorías más precisas del mundo” (29).

Más aún, una vez que el proceso de la investigación científica se está desarrollando, puede producir resultados opuestos a sus supuestos iniciales -resultados que contradicen la ideología buurguesa y que se ajustan más satisfactoriamente en una visión marxista del mundo. Así, por ejemplo, a mediados del siglo XIX ya se estaba haciendo evidente que los modelos puramente mecánicos -que intentan explicar todos los fenómenos naturales en términos de fuerzas simples que actúan sobre elementos inmutables de un sistema(30) - eran inadecuados en la física (para no hablar de la biología), y gran parte del trabajo del siglo 20 en la física y la biología ha llevado a cuestionar los supuestos reduccionistas, que sostienen que las totalidades complejas pueden ser siempre plenamente comprendidas descomponiéndolas en sus partes constitutivas.

Todos esos temas en los escritos de Marx son desarrollados con una mayor extensión en los trabajos de Engels, particularmente en su Anti-Dühring (1878), Ludwig Feuerbach y el fin de la filosofía clásica alemana (1888) y La Dialéctica de la Naturaleza (no publicado durante la vida de Engels). Esos libros presentan los intentos de Engels de formular un versión sofisticada, no reduccionista, dialéctica, del materialismo, de desarrollar una visión del mundo comprehensiva y científica que ve una unidad fundamental entre los mundos natural y social, y de articular una explicación dialéctica del método científico. Desafortunadamente, durante gran parte del siglo XX las discusiones de Engels sobre esas cuestiones sufrieron un doble destino. En el bloque soviético, al menos a partir de los ‘30, una versión caricaturizada de las posiciones de Engels fue tratada como una sagrada escritura, y virtualmente no existió ninguna discusión seria. Por el contrario, en occidente el trabajo de Engels fue totalmente ignorado o rechazado como inútil, incluso por autores que por otro lado simpatizaban relativamente con la tradición marxista. David McLellan, por ejemplo, afirma que “es difícil creer que las visiones de Engels contengan un valor duradero para la ciencia o la filosofía”(31). Estos juicios despreciativos van acompañados típicamente con la afirmación de que las visiones de Engels sobre esas cuestiones marcaban una aguda ruptura con las propias ideas de Marx.

Ya he indicado cuán seriamente equivocada es esta última posición, y estudios recientes han confirmado que no hay ninguna evidencia de desacuerdos fundamentales entre las ideas de Marx y las de Engels sobre la ciencia.(32) Lo que es verdad es que Engels tenía una comprensión mucho más detallada que Marx de los desarrollos científicos contemporáneos. De hecho, el biólogo del siglo 20 JBS Haldane consideraba a Engels como “probablemente el hombre más ampliamente educado de su época”(33), y el filósofo contemporáneo de la ciencia Hilary Putnam lo describe como “uno de los hombres más instruidos científicamente de su siglo”(34). Particularmente en la Dialéctica de la Naturaleza (que, se debería señalar, era un trabajo todavía en elaboración al momento de su muerte), Engels usa su amplia gama de conocimiento científico para ilustrar la afirmación de que la ciencia revela un mundo de procesos complejos interactuantes que sólo pueden ser comprendidos adecuadamente desde una perspectiva dialéctica. Algunos de los ejemplos de Engels no son muy convincentes, y otros dependen de las posiciones científicas que desde entonces han sido superadas, pero en general, las ideas que desarrolla Engels -y en particular su rechazo a la visión mecanicista que intento comprender las totalidades como no mas que la suma de sus partes pasivas e invariables- han pasado notablemente bien la prueba del tiempo. Hay mucho más para decir sobre las posiciones de Engels, pero no las seguiré explorando aquí, ya que han sido extensamente discutidas en dos ensayos excelentes de esta revista -el artículo de John Rees “El marxismo de Engels” y el de Paul McGarr "Engels y la ciencia natural” (ambos en International Socialism 65).

Después de la muerte de Engels en 1895, las principales figuras intelectuales de la Segunda Internacional produjeron muy poco de interés sobre la naturaleza de la ciencia. Esto puede ser un reflejo del hecho general de que los pensadores como Karl Kautsky tenían una comprensión profundamente antidialéctica de la teoría marxista, así como del hecho específico de que ninguno de los teóricos marxistas de la siguiente generación se acercó a igualar el conocimiento científico de Engels. Además, la discusión más detallada de la ciencia, en Dialéctica de la Naturaleza, permaneció inédita hasta los ‘20. Si esta obra hubiera estado disponible en el momento de la muerte de Engels, podría haber estimulado más pensamientos sobre esas cuestiones.

Fue principalmente entre los marxistas rusos que la ciencia se volvió un tema central de discusión, después de la derrota de la revolución de 1905.(35) En este período un número de intelectuales marxistas se vio altamente influenciado por las ideas filosóficas sobre la ciencia que habían emergido en Europa occidental en las dos décadas anteriores. Desde fines del siglo XIX en adelante, un estado de ánimo general de pesimismo comenzó a caracterizar a sectores influyentes de la intelligentsia burguesa en Europa occidental, en la medida en que se hacía cada vez más consciente de los efectos disruptivos y deshumanizantes del desarrollo capitalista, y este pesimismo abonó el terreno intelectual en el que podían florecer ideas religiosas, idealistas, irracionalistas e incluso místicas. Este estado de ánimo coincidió con una importante crisis en la ciencias naturales, donde se hacía cada vez más evidente que las ideas básicas de la física clásica no suministraban una base adecuada para comprender nuevos fenómenos como el electromagnetismo y la radioactividad. Contra este trasfondo, varios científicos y filósofos europeos, como el físico austríaco Ernst Mach, y Henri Poincaré y Pierre Duhem en Francia, en efecto ofrecían un compromiso. Intentaron reinterpretar la ciencia de tal forma que su racionalidad fuera preservada y la crisis en la física resuelta, negando al mismo tiempo que la ciencia tenía implicaciones metafísicas (y en particular materialistas) más amplias. Esto abrió la puerta a aquellos (como el Duhem católico) que querían abrazar la ciencia con la metafísica anti-materialista de su elección.

Fue de hecho el empirismo extremo de March(36), que él llamó “empirio-criticismo”, el que tuvo el impacto mayor sobre un grupo de marxistas rusos que incluían activistas bolcheviques prominentes e intelectuales como Alexander Bogdanov, Anatoly Lunacharsky y Máximo Gorki. Mach no tenía tiempo para la religión o el irracionalismo, pero llegó a ver a la ciencia simplemente como una forma de sistematizar patrones en la experiencia sensorial de los observadores. Según Mach, aquello de lo que tomamos conciencia directamente son nuestras sensaciones, y todo lo que nos dicen las leyes científicas es que en un conjunto particular de circunstancias un conjunto de sensaciones será seguido por otro. Los problemas en la física son esquivados negando resueltamente interpretar una maquinaria matemática y conceptual de una teoría como refiriéndose a cualquier cosa que no pueda ser observada directamente por los sentidos -todo lo que importa, en esta posición, es que la teoría sea capaz de predecir los fenómenos observables. Sin embargo, como Mach sostiene que los únicos fenómenos directamente observables son nuestras propias experiencias sensoriales, sus ideas equivalen a algo más que un reavivamiento sofisticado del idealismo subjetivo del obispo Berkeley (el filósofo irlandés del siglo XVIII que argumentaba que sólo existían las mentes y sus ideas). Sin embargo, la filosofía de Mach se probó altamente influyente. Einstein, por ejemplo, declaró estar influenciado por Mach cuando rechazó la idea de una simultaneidad absoluta en su teoría especial de la relatividad, sobre la base de que esta relación no podía ser medida (ver más abajo) (37). Por supuesto, el hecho de que las posiciones de Mach ayudaron a Einstein a alcanzar algunas conclusiones creativas no significa que fueran correctas. Independientemente de lo que Einstein pudo haber creído en ese momento, la teoría de la relatividad es lógicamente bastante independiente de la epistemología de Mach.(38)

Entre los marxistas rusos, fue Bogdanov que le dio más entusiastamente la bienvenida a las ideas de Mach, y quien intentó integrarlas con el marxismo en su estudio de varios volúmenes Empirio-Monismo (1904-1906). Bogdanov intentó tender un puente sobre el abismo entre idealismo y materialismo argumentando que ni la mente ni los hechos son fundamentales, sino que ambos son construcciones de la experiencia, y que su versión del monismo que enfatizaba la intervención activa del sujeto, capturaba el espíritu, si no la letra, de lo que Marx había querido decir por “materialismo”(39). Las posiciones de Bogdanov cayeron bajo el ataque del fundador del marxismo ruso, Georgi Plejanov (en ese momento un menchevique), y el protegido de Plejanov Lyubov Axelrod, pero la refutación definitiva fue producida por Lenin en su Materialismo y empirio criticismo (1909), que (a pesar de ser repetitivo a veces) es un argumento poderoso contra todas las versiones del empirismo, y un análisis de las circunstancias sociales que dieron lugar a estas posiciones. Como Berkeley antes de ellos, Mach y sus colaboradores reclamaban que sus posiciones eran compatibles con la creencia del sentido común de que hay un mundo físico, ya que la creencia del sentido común puede ser traducida supuestamente en una afirmación sobre las sensaciones. Lenin señala lo absurdo de esta propuesta:

El “realismo ingenuo” de cualquier persona sana que no ha sido un internado en un asilo para lunáticos o un pupilo de los filósofos idealistas consiste en la visión de que las cosas, el medio ambiente, el mundo, existe independientemente de nuestra sensación, de nuestra conciencia, de nuestro ser y del hombre en general. La misma experiencia....que ha producido en nosotros la firme convicción de que independientemente de nosotros existe otra gente, y no meramente complejos de mis sensaciones de alto, corto, amarillo, duro, etc -esta misma experiencia produce en nosotros la convicción de que las cosas, el mundo, el medio ambiente, existen independientemente de nosotros. Nuestra sensación, nuestra conciencia es sólo una imagen del mundo externo...El materialismo hace deliberadamente de la creencia “naïve” de la humanidad la base de su teoría del conocimiento”.

Un poco después Lenin plantea otra incómoda pregunta para los defensores del empirio criticismo: ¿Existía la naturaleza antes que el hombre? -y después procede a disecar las contorsiones en las cuales caen en un esfuerzo por evitar las contradicciones evidentes de su posición:

Ningún hombre mínimamente educado o saludable duda de que la tierra existía en el momento en que no podía haber habido vida en ella, ninguna sensación... y consecuentemente toda la teoría de Mach y Avenarius, de la cual se sigue que la tierra es un complejo de sensaciones... o “complejos de elementos en los que lo psíquico y lo físico son idénticos”...es un oscurantismo filosófico, la reducción del idealismo subjetivo al absurdo”.(40)

Sin embargo, Lenin no se limita a la entretenida tarea de encontrar los defectos filosóficos en las posiciones de sus oponentes. En un capítulo importante de “La revolución reciente de la ciencia natural y el idealismo filosófico” toma la crisis en la física (aunque no la resolución a los problemas propuesta por Einstein) y en particular la afirmación de que “los hechos han desaparecido”, argumentando que mientras los nuevos desarrollos en áreas como la electrodinámica refuta el materialismo mecanicista, estos apoyan un materialismo dialéctico que concibe a los elementos del mundo físico como dinámicos e interactivos, más que pasivos e invariables.

La única debilidad seria de la discusión de Lenin es que, en su ansia de refutar al idealismo, a veces dobla demasiado la vara y termina aparentemente defendiendo una teoría del conocimiento de la copia cruda, según la cual el conocimiento de lo que nos rodea no es el resultado de nuestra intervención activa en el mundo, sino que simplemente es impreso directamente en nuestras mentes pasivas en una forma en que nos permite inmediatamente comprender que nuestras ideas son correctas. La afirmación de que Lenin está comprometido con esta posición insostenible fue hecho primero por Axelrod y después repetido por el comunista holandés Anton Pannekoek, el filósofo alemánes Karl Korsh y otros. Si Lenin sostenía esta posición en 1909, él la abandonó más tarde -ciertamente en el momento en que compuso sus Cuadernos Filosóficos (1916), que discuten la lógica de Hegel. Pero también es verdad que en algunos pasajes de Materialismo y empirio criticismo parece cometer el error de confundir lo que implica para una afirmación ser verdadera (una teoría de la verdad) con una explicación de cómo se puede establecer la verdad de una afirmación (una teoría del conocimiento), y es así llevado de una teoría de la verdad de la correspondencia perfectamente sensible a una inaceptable teoría del conocimiento de la copia.(41) Sin embargo, hay otros pasajes en Materialismo y empiriocriticismo que dejan en claro que no es la posición considerada de Lenin que establecer la verdad de una afirmación científica es una cuestión simple. Efectivamente él es consciente de que nuestras posiciones científicas son generalmente verdaderas sólo parcialmente, relativamente o aproximadamente, y que el progreso científico no resulta en el conocimiento absoluto, sino sólo en una aproximación cada vez más cercana a la verdad:

En la teoría del conocimiento, como en toda otra rama de la ciencia, debemos pensar dialécticamente, es decir, no debemos considerar a nuestro conocimiento como ya hecho e inalterable, sino que debemos determinar cómo el conocimiento emerge de la ignorancia, cómo el conocimiento incompleto, inexacto se vuelve más completo y más exacto.

Además, “para el materialismo dialéctico no hay una frontera infranqueable entre la verdad relativa y absoluta”, incluso si todo conocimiento está históricamente condicionado.

"Desde el punto de vista del materialismo moderno, es decir el marxismo, los límites de la aproximación de nuestro conocimiento a la verdad objetiva y absoluta están históricamente condicionados, pero la existencia de dicha verdad es incondicional, y el hecho de que nos estemos acercando más también es incondicional” (42)

Lenin trata estas ideas con mayor sutileza y sofisticación en los Cuadernos Filosóficos, pero si leemos Materialismo y Empiriocriticismo benévolamente, no hay una incompatibilidad fundamental entre esos trabajos. Materialismo y Empiriocriticismo defiende la existencia de un mundo material existente independientemente. Los Cuadernos exploran las formas complejas en las que se puede obtener el conocimiento de ese mundo. Para mayores reflexiones sobre las posiciones de Lenin, ver Sobre Materialismo de Sebastiano Timpanaro (43), que también contiene discusiones interesantes de otras varias cuestiones examinadas en este artículo.

A pesar de las polémicas de Lenin, Bogdanov, Lunacharsky y otros no renunciaron a la filosofía de Mach y continuaron jugando roles prominentes en el Partido Bolchevique. Efectivamente, después de la revolución de 1917, en la medida en que floreció la vida intelectual, se les dio a muchos de ellos posiciones políticas y académicas prominentes. Lunacharsky se transformó en Comisario de Educación. Bogdanov fue nombrado para la Academia Comunista donde rápidamente se volvió partidario de la “cultura proletaria” y ayudó a lanzar el movimiento “Proletkult”, que buscaba remplazar la ciencia, el arte y la cultura burgueses con nuevas ideas proletarias. Este movimiento rápidamente cayó bajo el ataque de Lenin y Trotsky, que criticaron sus presuposiciones filosóficas como su programa político. En un ensayo sobre “Cultura y Arte Proletarios” en Literatura y Revolución (1923) Trotsky argumenta que a pesar de su unilateralidad la ciencia bajo el capitalismo ha producido conocimiento genuino que sería una locura rechazar:

Toda ciencia, en mayor o menor grado, refleja incuestionablemente las tendencias de la clase dominante. Cuanto más estrechamente una ciencia se adhiere a las tareas prácticas de conquistar la naturaleza (física, química, ciencia natural en general), mayor es su contribución humana, no clasista. Cuanto más profundamente una ciencia está conectada con el mecanismo social de explotación (economía política), o cuanto más abstractamente generaliza toda la experiencia de la humanidad (psicología, no en su sentido experimental, fisiológico, sino es su así llamado “sentido filosófico”), más obedece al egoísmo de clase de la burguesía y menos significativa es su contribución a la suma general del conocimiento humano. En el dominio de las ciencias experimentales, hay distintos grados de integridad y objetividad científicas, dependiendo del alcance de las generalizaciones realizadas. Como regla general, las tendencias burguesas han descubierto un lugar mucho más libre para ellas en las altas esferas de la filosofía metodológica... Pero sería ingenua pensar que el proletariado debe renovar críticamente toda la ciencia heredada de la burguesía, antes de aplicarla a la reconstrucción socialista. Esto es la mismo que decir con los moralistas utopistas: antes de construir una nueva sociedad, el proletariado debe elevarse a las alturas de la ética comunista. De hecho, el proletariado reconstruirá la ética así como la ciencia radicalmente, pero lo hará después de que haya reconstruido una nueva sociedad, aunque sea en bruto.

Los simpatizantes de Proletkult creían que la nueva sociedad no podía ser construida usando las herramientas heredadas de la vieja. Trotsky argumenta en respuesta que lo que ignora esta crítica es la naturaleza dialéctica de la transformación social prevista:

"El proletariado rechaza lo que es claramente innecesario, falso y reaccionario, y en los distintos campos de esta reconstrucción hace uso de las métodos y conclusiones de la ciencia actual, tomándola necesariamente con el porcentaje de aleación de clase que está contenida en ella. El resultado práctico se justificará generalmente y de conjunto, porque este uso cuando es controlado por un objetivo socialista administrará y seleccionará gradualmente los métodos y las conclusiones de la teoría. Y en ese momento habrán crecido científicos educados bajo nuevas condiciones. De cualquier modo el proletariado tendrá que llevar su reconstrucción socialista hasta un alto grado, es decir, proporcionar la seguridad material real y la satisfacción de la sociedad culturalmente antes de que sea capaz de llevar adelante una purificación de la ciencia de arriba abajo”.(44)

A mediados de los ’20 Trotsky dio un número de discursos y escribió varios artículos cortos elaborando esos temas, enfatizando tanto la unidad de conjunto de las ciencias como la especificidad de métodos y teorías dentro de los dominios particulares. Los problemas científicos no pueden ser resueltos simplemente dominando los principios generales de la teoría marxista. Por otro lado, dominar un campo particular de la ciencia no es sustituible por la teoría marxista. “El comunismo”, escribió, “no es un sustituto de la química. Pero el teorema de la conversión también es verdadero”(45) Algunos de los artículos de Trotsky sobre la ciencia pueden encontrarse en Problemas de la vida cotidiana (46). A pesar de sus otras preocupaciones, Trotsky encontró tiempo para escribir sobre estas y otras cuestiones relacionadas con la ciencia mientras estuvo en el exilio en los ’30. Los últimos escritos están disponibles como Apuntes de Trotsky 1933-35: Escritos sobre Lenin, Dialéctica y evolucionismo. (47) Hay un revisión auspiciosa de esas notas en el capítulo 5 de El Algebra de la revolución de John Rees. (48) Durante gran parte de la década del ’20 hubo en la Unión Soviética un debate vivo entre varias escuelas de pensamiento sobre cuestiones científicas, pero esto lentamente terminó en la medida en que Stalin ascendía al poder y consolidaba su contrarrevolución. Sin embargo, algunos de los trabajos hechos durante este período tuvieron una gran audiencia en 1931 cuando Stalin decidió a último momento enviar una delegación soviética encabezada por Bujarin al Congreso de Historia de la Ciencia y la Tecnología de la Segunda Internacional en Londres. Los distintos miembros de la delegación tenían desacuerdos entre ellos sobre muchas cuestiones, pero el grupo de conjunto tuvo un efecto electrizantes -y polarizante- sobre la conferencia. Se agregó una sesión extra para que pudieran ser discutidos todos los trabajos, y se publicaron tan pronto terminó el Congreso, en volumen titulado La Ciencia en la encrucijada (49), que contiene algunas de las más importantes discusiones marxistas de la ciencia desde la Dialéctica de la Naturaleza de Engels.

La más famosa de las contribuciones a La Ciencia en la encrucijada es el trabajo de Boris Hessen “Las raíces económicas y sociales del principio de Newton”, que suministra un análisis detallado y brillante de la forma en la que la física clásica estaba arraigada en los desarrollos económicos y tecnológicos del siglo XVII, refutando decisivamente la posición de “genio individual” de la historia de la ciencia. Hessen se centra en el período de la revolución inglesa de 1640, y examina el impacto sobre la física teórica de los factores como comunicaciones, transporte de agua, minería, armamento y balística:

Hemos comparado los principales problemas técnicos y físicos del período con el esquema de investigaciones que gobernaban la física durante el período que estamos investigando, y llegamos a la conclusión de que el esquema de la física estaba principalmente determinado por las tareas económicas y técnicas que ponían en primer plano la burguesía en ascenso.

Pero Hessen no ofrece una visión crudamente reduccionista. Si bien los factores económicos y técnicos juegan un rol crucial en moldear el desarrollo de la ciencia, no son toda la historia, y Hesen también discute la influencia de las ideas filosóficas y políticas, argumentando que es necesario “analizar más completamente la época de Newton, la lucha de clases durante la revolución inglesa, y las teorías políticas, filosóficas y religiosas...reflejadas en las mentes de los contemporáneos de esas luchas”.

El sobresaliente ensayo de Hessen sigue siendo hasta el día de hoy el punto más alto del análisis marxista de la ciencia del siglo XX, trazando el camino en el cual emergió una teoría científica superior a partir del interjuego de factores materiales e ideológicos. Trágicamente, sin embargo, el período de vitalidad y debate intelectual que había comenzado con la revolución de 1917, y que había producido eventualmente La Ciencia en la encrucijada, estaba casi terminado. Dos años más tarde, en el 50 aniversario de la muerte de Marx, Bujarin todavía fue capaz de editor otra importante colección, Marxismo y Pensamiento moderno (50), que contiene importantes discusiones de “Marxismo y Ciencia Natural” (YM Uranovsky), La vieja y la nueva física (SI Vavilov) y “Marx y Engels sobre biología” (VL Komarov). Pero pronto muchos de los que contribuyeron en esos dos volúmenes (incluido Bujarin y Hessen) iban a ser víctimas de las purgas de Stalin. La destrucción stalinista del pensamiento científico crítico (y de hecho el pensamiento crítico de todo tipo) sentó las bases para la gran debacle de “Lysenkismo”, el movimiento siguió al agrónomo Trofim Lysenko que subió a una posición de ascendencia en la biología soviética denunciando la genética moderna como incompatible con la dialéctica materialista. Las posiciones de Lysenko no eran sólo un travestismo del pensamiento marxista (ya que Marx y Engels rechazaban la idea de que uno podía refutar o establecer cualquier posición científica sobre la base de categorías filosóficas abstractas), también iban a resultar eventualmente en un daño importante a la agricultura soviética.

Mientras que en la Unión Soviética el análisis marxista serio de la ciencia terminó en los ’30, el trabajo de Bujarin, Hessen y otros tuvieron un gran impacto en otras partes, particularmente en Gran Bretaña, donde una generación de científicos radicales -incluyendo al físico JD Bernal y al genetista JBS Haldane que se transformaron en miembros o compañeros de ruta del Partido Comunista y frecuentemente popularizaron brillantemente la ciencia moderna (51). Haldane escribía una columna regular para el Daily Worker en los ’30, algunas de las cuales se pueden encontrar en Del tamaño correcto(52), una colección contemporánea de sus ensayos editados por el biólogo evolucionista John Maynard Smith. El prolífico Bernal escribió numerosos libros ofreciendo una perspectiva marxista sobre la ciencia. Antes de la guerra el más importante fue La función social de la ciencia (53), un largo trabajo que contiene muchas discusiones interesantes, pero que también, desafortunadamente, está imbuido con el espíritu del “socialismo desde arriba”.

Historia de la ciencia

Después de la segunda guerra mundial muchos marxistas británicos siguieron con el tipo de análisis materialista detallados de la historia de la ciencia de los cuales Hessen fue un pionero. Joseph Needham trabajó varios años en su Ciencia y Civilización en la antigua China, un estudio de varios volúmenes. (54) Bernal escribió un estudio abarcativo de cuatro volúmenes llamado La ciencia en la historia (55) (originalmente publicado en 1954 y que todavía se imprime). Stephen Mason cubrieron el mismo campo más brevemente en Principales tendencias del pensamiento científico(56) (también publicado bajo el título de Una historia de las ciencias). No obstante, el clima de la guerra fría volvió difícil proseguir este trabajo. Por ejemplo, según el historiador de la ciencia Robert M. Young, Mason, “tuvo que retornar a la química porque no podía hallar trabajo como historiador de la ciencia.”(57) Como resultado de esto, hay poca historia de la ciencia lamentablemente disponible desde el punto de vista marxista, por fuera de lo que ahora son los “clásicos” de los ’40 y los ’50.

Los libros de Bernal y Mason mencionados arriba son todavía los mejores estudios de conjunto. Bernal también escribió una historia de la física antes del siglo XX llamada La extensión del hombre.(58) Los orígenes de la ciencia son brevemente discutidos en Qué sucedió en la historia? de Gordon Childe.(59) Sobre la ciencia en el mundo antiguo ver La ciencia griega(60) de Benjamin Farrington y los Orígenes del materialismo del trotskista norteamericano George Novack(61). Gran parte de la ciencia griega quedó perdida luego del colapso del Imperio Romano, pero las ideas importantes fueron preservadas y desarrolladas en el mundo árabe y eventualmente pasaron a Europa occidental. Un breve estudio de los acontecimientos desde el siglo 12 en adelante puede ser hallado en La ciencia física en la Edad Media de Edward Grant.(62)

Los trabajos estándar sobre la revolución científica de los siglos XVI y XVII incluyen el libro de Thomas Kuhn sobre La revolución copernicana (63) y El nacimiento de una nueva física de Bernard Cohen (64), pero este último en particular debe ser complementado con el ensayo clásico de Hessen. Otro estudio breve y legible, que cubre la química y la biología así como también la física, es La construcción de la ciencia moderna, de Richard Westfall. (65) Los que llegan hasta el 1800 son La ciencia y la industria en el siglo XIX (otro libro escrito por Bernal). (66) La mayoría de los libros mencionados aquí tratan centralmente acerca de física. Para una historia de la química, ver La evolución química de Mason (67), y para una corta historia de la geología hay que leer el excelente libro de Stephen Jay Gould, La flecha del tiempo, el ciclo del tiempo. (68) Algunos libros sobre la historia de la biología son mencionados más abajo.

Las ciencias fisicas

La física en el siglo 20 ha experimentado dos grandes revoluciones intelectuales que Marx y Engels obviamente no podrían haber anticipado, pero que no obstante se ajustan bien con sus puntos de vista generales sobre la dinámica del desarrollo científico. La primera revolución fue el derrocamiento de la mecánica clásica de Newton por las teorías especiales, y más tardes generales, de la relatividad de Einstein. Contrario a la interpretación popular errónea de ella, la teoría de la relatividad no sostiene que “todo es relativo”. Lo que Einstein sí sostuvo es que las diferentes propiedades físicas y las relaciones que la mecánica newtoniana supone como independientes de cualquier marco particular de referencia, de aquí que sean absolutas, son de hecho relativas a los marcos particulares de referencia (así como si un objeto está a la izquierda de otro o la derecha de otro, para usar una analogía aproximada, depende del marco de referencia). Estas propiedades y relaciones incluyen, contra lo que sostiene el “sentido común”, distancias espaciales, intervalos de tiempo, y masa. Así, por ejemplo, según Einstein, si dos eventos se producen o no simultáneamente varía de una marco de referencia al otro (o, más precisamente, de un sistema inercial al otro). Desde mi marco de referencia, dos eventos pueden ser medidos como que se producen al mismo tiempo, pero si usted se está moviendo con respecto a mí, usted podría medirlos como que se producen en tiempos diferentes. Si Einstein tiene razón, ninguna de las mediciones es incorrecta. Los eventos son simultáneos en relación al primer marco de referencia, pero no simultáneos en relación al segundo.

Einstein fue llevado a esta extraordinaria conclusión a partir de su compromiso con el principio de la relatividad, que mantiene que las leyes fundamentales de la física se mantienen en todo los marcos de referencia y que ninguna medición posible puede ser realizada, como para poder distinguir un sistema de referencia que se mueve uniformemente de otro. Así, un pasajero en un tren sellado que se mueve a una velocidad uniforme con respecto a su entorno experimentaría las mismas leyes de la física que si el tren permaneciera inmóvil. El principio de la relatividad había sido aceptado por muchos físicos desde el siglo XVII, pero Einstein reconoció que, si esto es verdad, entonces es imposible reconciliar la mecánica newtoniana con la teoría del electromagnetismo desarrollada por Faraday, Maxwell, y otros en el siglo XIX.

Según Newton, un cuerpo que acelerara la suficiente cantidad de tiempo puede alcanzar cualquier velocidad, incluyendo la velocidad de la luz. Pero si esto fuera posible, entonces las ecuaciones de Maxwell no describirían correctamente el comportamiento de los fenómenos electromagnéticos (los cuales, por supuesto, incluyen las ondas de luz) en todos los marcos de referencia. Para tomar una de los ejemplos del propio Eisntein, imaginemos un observador iluminado por una fuente de luz que tiene un espejo enfrente de él. Si el observador y el espejo se movieran a la velocidad de la luz, el observador no vería su propio reflejo, ya que la luz de la fuente nunca alcanzaría el espejo. Einstein concluyó que la velocidad de la luz debe ser constante en todo los marcos de referencia (de modo tal que la velocidad de la luz es independiente de la velocidad de su fuente), y que nada puede moverse más rápido que la velocidad de la luz. Si el tiempo es simplemente un sistema de relaciones entre eventos físicos y objetos, entonces la relatividad de la simultaneidad se sigue de esto. Más en general, Einstein preservó el principio de la relatividad diciendo que las mediciones del espacio, del tiempo y de la masa dependen de la velocidad relativa del que realiza la medición, modificando así nuestras nociones de los tres en su conjunto.

Varias consecuencias sorprendentes se desprenden de la teoría de Eisntein. Una es la afirmación de que la velocidad de los relojes en movimiento es más lenta que la de los relojes en reposo. Otra es la afirmación de que a medida que un cuerpo acelera su masa aumenta, pudiendo así éste superar la velocidad de la luz. Otra más es la más famosa ecuación de Einstein, E = mc2, que sostiene la equivalencia de la energía y la materia y es la base teórica de la fisión nuclear. La masa de un objeto es, por así decir, energía concentrada, de modo tal que lo que eran antes dos conceptos separados resultan estar inextricablemente ligados. La teoría de la relatividad también conduce a la unificación del espacio y del tiempo en una única noción de espacio-tiempo, una idea que fue propuesta por primera vez por Hermann Minkowski en 1908. “De aquí en más”, escribió Minkowski, “el espacio y el tiempo en sí mismos, están destinados a desaparecer transformándose en meras sombras, y sólo una especie de unión de los dos preservará la realidad independiente”. (69) La teoría especial de la relatividad, inicialmente planteada por Einstein en una seria de escritos publicados en 1905, desarrolla estas ideas en el contexto de marcos de referencia que se mueven de manera uniforme uno en relación al otro. La teoría general, que llevó una década desarrollar, toma en cuenta los marcos de referencia en aceleración e incorpora los fenómenos gravitacionales. La inicial convicción de Einstein de que sus teorías eran correctas estaba basada tanto en la “intuición” (en otras palabras, una pegada) como en datos empíricos, pero la evidencia empírica y observacional pronto demostraron que sus ideas eran correctas. Varias cosas que conciernen a su éxito son interesantes desde una perspectiva marxista, incluyendo cómo la física newtoniana, un conjunto de ideas que había dominado a la ciencia por más de dos siglos, y que parecía invencible, eventualmente entró en insuperables contradicciones, y se vino abajo. Al mismo tiempo, no obstante, la nueva síntesis einsteiniana preserva los elementos de verdad que hay en la mecánica clásica, demostrando cómo las leyes de Newton son aproximaciones a la verdad para sistemas en los cuales las velocidades son bajas en relación a la velocidad de la luz. Además, la teoría de Einstein demostró que los conceptos básicos de la física clásica -no sólo las leyes que había formulado usando éstos- necesitaban ser modificados, y que rasgos aparentemente distintos del mundo están de hecho profundamente interrelacionados.

Mi exposición de estas ideas ha sido por necesidad altamente concentrada, pero espero que su apetito para leer más acerca de ellas haya sido estimulado. Einstein escribió muchas introducciones populares a sus propios puntos de vista, incluyendo uno simplemente titulado La relatividad. (70) Mi favorito, sin embargo, es La evolución de la física. (71), que redactó junto a su estudiante Leopold Infeld en los ’30, y que también da un panorama histórico de la física desde Galileo hasta mediados del siglo XX. El legado de Einstein, (72) del Premio Nobel Julian Schwinger, es una presentación clara y actualizada . Sobre la teoría general en particular, ver Clifford Will, Tuvo razón Einstein? (73), una explicación sistemática de la evidencia que apoya la teoría de Einstein y la forma en la cual los pensadores que le siguieron han avanzado apoyándose en sus ideas. Para la discusión sobre la evolución de los puntos de vista de Einstein, los ensayos contenidos en Los orígenes temáticos del pensamiento científico (74) de Gerald Holton, son de mucha ayuda. La biografía más abarcativa es Einstein: la vida y la época de Ronald Clark (75), la cual, además del temprano trabajo científico de Einstein, también discute su política pacifista-socialista, su tibio sionismo y su rol en el desarrollo de la bomba atómica.

La segunda gran revolución en la física del siglo XX vino con el surgimiento de la mecánica cuántica en los ’20. La teoría de la relatividad propone concepciones radicalmente nuevas del espacioo y del tiempo. La física cuántica rompe con la idea del universo determinista en el cual cada evento tiene alguna causa previa, y propone en cambio que a nivel subatómico algunos eventos son cuestiones de puro azar o, más precisamente, tienen lugar con leyes probalilísticas más que deterministas. Irónicamente, si bien la mecánica cuántica se desarrolló a partir del trabajo hecho por Einstein y otro gran físico alemán, Max Planck, a principios del siglo XX, Einstein mismo se negó a reconciliarse con esta idea, sosteniendo hasta su muerte que “Dios no juega a los dados con el universo” y así que debe haber algo incorrecto en la teoría. Aun así la teoría cuántica es enormemente exitosa. Permite a los físicos decribir con gran precisión el comportamiento de los fenómenos subatómicos, las propiedades del núcleo atómico y la estructura y las propiedades de las moléculas y los sólidos. La mecánica cuántica también brinda la base para las innovaciones tecnológicas que van desde los láseres hasta los chips de siliconas.

Al mismo tiempo, no obstante, no hay una clara comprensión de por qué la teoría funciona tan bien, o alguna solución acordada a los problemas conceptuales y filosóficos que ésta plantea. Por ejemplo, la física cuántica no nos dice simplemente que hay una radical indeterminación en el mundo, también parece exigir que los fenómenos subatómicos se comporten tanto como partículas y como ondas, lo que el sentido común nos dice que es imposible, y que en algunas circunstancias las partículas físicas pueden influenciarse entre sí, si bien la interacción física entre ellas es imposible. Los físicos David Bohm y B. J. Hiley interpretan “la interconectividad cuántica de los sistemas distantes” en términos que Marx y Engels hubieran festejado:

Un sistema cuántico de muchos cuerpos no puede ser analizado adecuadamente como partes que existen de modo independiente, con relaciones dinámicas fijas y determinadas entre cada una de las “partes”. Más bien, las partes deben ser vistas en una conexión inmediata, en la cual sus relaciones dinámicas dependen, de un modo irreductible, del estado del sistema en su conjunto (y en verdad del estado de los sistemas más amplios en los cuales ellas están contenidas, lo que se extiende en última instancia y en principio a todo el universo). De este modo uno se ve llevado a la nueva noción de totalidad irrompible que niega la idea clásica de la analizabilidad del mundo en partes que existen separada e independientemente. (76)

Los puntos de vista de Bohm y Hiley, no obstante, son aceptados sólo por una minoría. Según la visión estándar de la teoría cuántica (conocida como la interpretación de Copenague), las partículas subatómicas no tienen propiedades determinadas antes de un acto de medición. En cambio, los varios estados posibles en los que cuales se puede hallar el sistema son definidas por una onda de probabilidad que sólo “colapsa” cuando se realiza una observación. Esto da lugar a la a esta altura bien conocida paradoja del gato de Schrodinger. Se nos pide que imaginemos al animal encerrado en una caja con un recipiente que contiene gas venenoso que se abrirá sólo si un átomo radioactivo se desintegra dentro de un cierto tiempo. Pero si el átomo no tiene un estado determinado hasta que la medida se haga, significa esto que el gato es mantenido en un estado indeterminado, ni muerto ni vivo, hasta que el aparato sea observado? Acertijos como éste han llevado a algunos físicos a adoptar ridículos puntos de vista idealistas, en la cual la conciencia humana determina la naturaleza del mundo físico (a pesar del hecho que la conciencia humana sólo evolucionó en un tiempo comparativamente reciente). Otros han sugerido que cada vez que un evento cuántico indeterminado tiene lugar, el universo se “escinde” de modo tal que para cada resultado posible hay una realidad separada en la cual éste tiene lugar.

Los problemas genuinos asociados con la física cuántica dan muchas oportunidades a los místicos y a los cráneos de todo tipo de sostener que la teoría apoya sus propios puntos de vista, así que se requiere cuidado para navegar por los grandes números de popularizaciones que han sido publicadas. Una de las mejores guías es el libro La realidad cuántica de Nick Herbert (77), que da una clara exposición de la teoría básica, y explica cuidadosamente las diferentes interpretaciones de la teoría que han sido propuestas y por qué ninguna de ellas es completamente satisfactoria. A la búsqueda del gato de Schrodinger (78), un libro escrito por el prolífico escritor de ciencia John Gribbin es también una buena introducción. Gribbin ha publicado recientemente una continuación llamada Los mininos de Schrodinger y la búsqueda de la realidad cuántica. (79) Una discusión más avanzada es brindada por David Albert en La mecánica cuántica y la experiencia. (80) A principios de los ’80 la BBC puso al aire una serie de entrevistas radiales con físicos cuánticos líderes que ahora fueron publicadas como El fantasma en el átomo (81), un libro editado por Davies y Brown. El primer capítulo de este libro es otra buena breve introducción a la mecánica cuántica.

Una introducción un poco más avanzada pero todavía razonablemente accesible es el libro corto de Alastair Rae, La física cuántica: ilusión o realidad? (82). Rae concluye con una simpática discusión sobre cómo las ideas anti-reduccionistas del ganador del Premio Nobel de física Ilya Prigogine pueden ofrecer una solución a los problemas de la teoría cuántica. Prigogine, cuyo trabajo central ha sido en el campo de la termodinámica, rechaza la idea de que podamos comprender los cambios que tienen lugar, digamos, en un gas, en términos de sus micro-constituyentes, y sostiene que debemos explicar en cambio el mundo micro en términos de los cambios a nivel de lo macro. En términos que Engels hubiera aprobado, Prigogine describe esto como un desplazamiento desde el “ser” al “devenir”. Exactamente cómo esto se relaciona a los problemas de la mecánica cuántica es demasiado complicado para explicarlo aquí, pero si usted se queda con la intriga, lea el libro de Rae o la introducción popular a estas ideas hecha por el propio Prigogine, en su libro El orden en el caos (83) (escrito en colaboración con Isabelle Stengers).

El desarrollo de la teoría de la relatividad y de la física cuántica, junto a los desarrollos tecnológicos, han permitido a los cosmológos desarrollar modelos detallados de la historia y la estructura del universo. La introducción más conocida a este campo es el libro de Stephen Hawking Breve historia del tiempo (84). El artículo de Duncan Blackie que comenta este libro, “La revolución en la ciencia” (en International Socialism 42) discute el libro de Hawking desde la perspectiva marxista y señala algunas de sus debilidades. Simetría perfecta (85) de Heinz Pagels cubre el mismo terreno que el libro de Hawking pero con mayor detalle. La discusión de Steven Weinberg sobre la teoría del “big bang”, Los primeros tres minutos, (86) ha quedado ahora un poco anticuado pero aun vale la pena leerlo. En busca del big bang (87) es una discusión un poco más reciente.

Hoy en día Weinberg es uno entre varios físicos que creen que una “teoría del todo”, que unifique la teoría de la relatividad y la mecánica cuántica, puede estar pronto al alcance de la mano. El señala esto en su libro Sueños de una teoría final. (88) Otra introducción a estas ideas controvertidas se puede hallar en Davies y Brown, Supercuerdas: una teoría del todo? (89) que, como su libro sobre física cuántica, es una colección de entrevistas de la BBC. Vale la pena recordar, sin embargo, que a fines del siglo XIX los físicos tenían esperanzas similares de que su disciplina estaba casi completa. Dadas las serias dificultades que siguen existiendo con la teoría cuántica, y el hecho que los modelos actuales de la estructura del universo todos enfrentan problemas, los científicos del siglo XX que sueñan con el fin de la física es probable que se demuestre que están tan lejos de la meta como lo estuvieron sus precursores 100 años atrás.

Otra área de la física (o más exactamente de las matemáticas aplicadas) - la teoría del caos - merece por lo menos una breve mención aquí, aunque sea solamente por haber sido mal representada con tanta frecuencia por los postmodernistas y aquellos que proclaman que el mundo está más allá de la comprensión racional. De hecho, la teoría del caos no sostiene que el mundo es esencialmente ininteligible o incomprensible, sino que más bien procura utilizar técnicas matemáticas sofisticadas para demostrar que incluso un comportamiento aparentemente arbitrario en los sistemas dinámicos puede ser analizado y entendido. La mejor introducción en este campo de conocimiento sigue siendo es Caos (90) el libro de James Gleick. Una exposición más avanzada es ¿Juega Dios a los Dados? (91) de Ian Stewart quien también escribió una breve introducción de la teoría del caos (llamada ¿Los dados juegan a Dios?) en su más reciente libro Números de la Naturaleza, (92) el cual es una buena introducción no matemática a algunas ideas básicas de las matemáticas. Hay también una breve descripción que es excelente en el artículo “El Orden del Caos” publicada en el International Socialism.48.

Las ciencias biológicas

El biólogo ruso Theodosius Dobzhansky (uno de los fundadores de la ’síntesis’ moderna de la biología evolutiva y genética de los años 30) comentó una vez: ’Nada en biología tiene sentido, excepto a la luz de la evolución’ (93). El desarrollo de la teoría de la evolución marca el comienzo de la biología moderna y para aquel que disponga de tiempo, el mejor punto de partida es el trabajo del mismo Charles Darwin, El Origen de las especies (94), publicado originalmente en 1859. Este es quizás el último gran trabajo científicoescrito para la audiencia en general y accesible a ella. La principal dificultad a que se enfrenta el lector contemporáneo no es tanto la prosa de Darwin sino el captar la estructura total de su libro más famoso. Darwin nos dice en el capítulo final que todo el volumen es un largo razonamiento; pero el Origen está tan densamente equipado con discusiones de casos específicos que los arboles hacen dificil ver el bosque. Sin embargo, a medida que el libro transcurre, Darwin reúne cuidadosamente abrumadoras evidencias de la evolución por selección natural, presentando cuidadosamente las evidencias detalladas que él había acumulado durante más de 20 años.

Darwin comienza el Origen atrayendo nuestra atención hacia la habilidad de los productores de animales y plantas para alterar drásticamente las características de un grupo de organismos a través de una serie de generaciones permitiendo así que solamente los individuos con los rasgos deseados se reproduzcan. Trata entonces (en los capítulos 2 y 3) sobre un proceso análogo que ocurre en la naturaleza sin intervención consciente del ser humano (95). Los organismos de una población dada tienen entre sí particularidades que les son propias, y algunas de estas diferencias particulares pueden ser trasmitidas a su descendencia. Si hay demasiados organismos para ser sustentados en un medio ambiente dado, aquellos que fortuitamente fueran más aptos para sobrevivir y reproducirse tenderán a tener más descendencia, de esta manera los de características más favorables tenderán a proliferar de generación en generación. Así resulta que el cambio evolutivo es el resultado de una ’lucha por la existencia’ la cuál:

... inevitablemente proviene de la gran celeridad con la cual todos los seres orgánicos tienden a reproducirse. Cada ser, que durante el curso natural de su vida produce varios huevos o semillas, debe padecer destrucción durante un cierto período de su vida, de lo contrario, según el principio de la progreción geométrica, su número llegaría a ser tan desmedidamente grande que ningún país podría sustentar el producto. Por lo tanto, cuantos más individuos con posibilidad de sobrevivir aparezcan , inevitablemente existirá siempre una lucha por la existencia, ya sea, entre individuos de la misma especie, entre individuos de distintas especies o con las condiciones físicas para la vida (96).

Con el tiempo, una población de organismos puede mejorar progresivamente su adaptación al medio ambiente, y las características de sus miembros al final de este proceso pueden ser muy diferentes a las de sus antepasados. Darwin afirmó más tarde que la idea básica de la selección natural le fue sugerida por el trabajo reaccionario de Thomas Malthus , Población, este sostiene (sin fundamento que lo evidencie) que las poblaciones humanas sobrepasarán siempre el suministro de alimentos disponible. Los conocimientos científicos recientes han demostrado que la exposición de Darwin esta algo simplificada (97) y que Malthus lo influyó al igual que la teoría económica de Adán Smith. Como destaca al respecto el biólogo evolutivo contemporáneo Stephen Jay Gould que...si bien “la fuente de una idea es una cosa, la verdad que encierra o lo fructífera que resulte es otra”, y agrega: En este caso, es irónico que el sistema de laissez faire de Adán Smith no funcione dentro de su propio pensamiento económico, porque conduce al oligopolio y a la revolución, en vez de tender al orden y la armonía. La lucha entre individuos parece ser ley de la naturaleza” (98).

Habiendo establecido la veracidad de la selección natural, Darwin prosigue para argumentar (en los capítulos 4 y 5) que este proceso es no simplemente capaz de originar nuevas variedades sino otras nuevas si continúa durante el tiempo suficiente. En los capítulos siguientes (6 a 8), desarrolla objeciones a la idea que la selección natural - o ’descendencia con modificaciones’ - puede explicar las características de todas las especies existentes (incluso órganos de extrema perfección, como el ojo humano, y la esterilidad de ciertas clases de insecto).

De esta manera los dos primeros tercios de Origen demuestran que la selección natural es un fenómeno genuino y que es capaz de explicar de donde vinieron las especies existentes y porqué ellas están tan peculiarmente bien adaptadas a su ambiente. Para terminar Darwin presenta la evidencia de que la selección natural no es solamente una explicación posible del Origen de las Especies, sino que es la única razonable disponible (capítulos 9 a 13). La evidencia se extiende desde el patrón de desarrollo revelado en el registro de los fósiles, a los hechos sobre la distribución geográfica de los organismos y las semejanzas estructurales y de desarrollo entre seres vivos los que de otra manera serían muy diferentes. Darwin demuestra que su opinión puede proporcionar explicaciones satisfactorias en la materia, mientras que desde el punto de vista de los que creen en la creación divina (por lejos la opinión de la mayoría de los naturalistas antes de la publicación de Origen) sigue siendo un enigma inexplicable. En su capítulo final Darwin resume su argumentación central y espera encontrar la ’revolución en la historia natural ’ la cuál con razón creyó que sus teorías le brindarían.

Por supuesto que las opiniones de Darwin no sólo tuvieron implicaciones revolucionarias para el estudio de la biología. La teoría de la evolución por selección natural sugiere una exhaustiva imagen materialista del mundo que emanan de las fuerzas vitales y los propósitos prescritos por la naturaleza, y que implica que los fenómenos mentales emergen cuando la materia está dispuesta de una manera compleja (99). Tales opiniones no solamente minan el tradicional punto de vista religioso de la creación divina sino también las versiones más ’sofisticadas’ del teísmo el cuál asevera que Dios trabaja por medio de la evolución, y ellas eran un desafío directo a la ideología Victoriana dominante en Inglaterra. Uno de los primeros revisionistas del libro de Darwin, el gran geólogo Adán Sedgwick, habló en nombre de muchos: ’No puedo concluir sin expresar mi aborrecimiento a la teoría debido a su estremecedor materialismo’ (100). Darwin era muy consciente del peso materialista de sus opiniones, y como respetable caballero burgués que era, esto lo ponía extremadamente nervioso (nunca se sintió listo para acogerse al ateísmo). Esto explica probablemente por qué demoró tanto en publicar sus ideas; finalmente lo hizo cuando supo que el joven naturalista galés Alfred Wallace había alcanzado conclusiones similares y estaba a punto de publicarlas (101).

Esto explica también porqué Marx y Engels eran tan entusiastas respecto a la teoría de Darwin. A menos de un mes de la publicación de Origen, Engels destacó en una carta a Marx: ’Darwin, a quien ahora estoy leyendo, es espléndido.’ El mismo Marx leyó Origen al año siguiente y comentó a Engels que: ’aunque se desarrolla en un burdo estilo inglés, este es el libro que contiene las bases de la historia natural desde nuestro propio punto de vista’ (102). Marx señaló que el aceptar la evolución por selección natural no implica aceptar automáticamente la verdad del materialismo histórico -no hay ninguna contradicción en el aceptar a Darwin y rechazar a Marx. Pero Darwin al apoyar una perspectiva universal materialista y demostrar el patrón del cambio histórico en el mundo biológico, ciertamente destaca su credibilidad en el método materialista aplicado también a la sociedad.

Si desea leer más trabajos de Darwin yo le recomendaría en primer lugar su corta Autobiografía, luego, El viaje por el Beagle ( The Voyage of the Beagle), en el que cuenta sobre su viaje de cinco años alrededor del mundo durante el que recolectó gran parte de la evidencia que presentó más tarde en Origen y cuando por primera vez comenzó a dudar del relato bíblico de la creación, en tercer lugar, La descendencia del hombre (The Descent of Man), su trabajo más importante después de Origen, el cual trata sobre la evolución del hombre (103). Todo lo que Darwin tuvo que decir sobre este tema en Origen fue que: cuando la teoría de la selección natural gane la aceptación general, ’ aflorará la luz sobre el origen del hombre y de su historia’, sin embargo le llevó más de una década el estar preparado para publicar su obra. “La Descendencia” de Darwin también contiene un avance teórico importante con respecto a Origin­ - la identificación de la selección sexual como una categoría especial dentro de la selección natural. En algunos casos de la selección sexual, ciertas características (tales como la ostentosa cola del pavo real) se desarrollan en un sexo, no para que los individuos que las poseen se adapten mejor a su ambiente, sino porque ello les permite atraer a sus parejas con mayor eficacia. Finalmente, los primeros cuadernos de Darwin sobre evolución han sido publicados nuevamente con el título de Metafísica, Materialismo, y La evolución de la mente, y constituyen una fascinante lectura (104).

Los problemas de la evolución (105), de Marck Ridley, es una corta introducción contemporánea de la teoría evolutiva. La mejor biografía de Darwin, la cual sienta firmemente sus ideas en el contexto social y político en el cual se desarrollaron, es Darwin(106) de Adrian Desmond y James Moore. Bien vale la pena leer también uno de los primeros estudios de Desmond, La política de la evolución (107), el cual examina el desarrollo de ideas evolutivas en una generación anterior a Darwin, y los dos volúmenes bibliográficos de Thomas Huxley (Huxley: El discípulo del deminio -The Devil’s Disciple- y Huxley: La evolución del alto sacerdote (108) (Evolution’s High Priest), Thomas Huxley rápidamente se volvió el mayor defensor de la teoría evolutiva después de la publicación de Origen con lo cual ganó el apodo de ’Darwin’s bulldog’. La biografía de Ronald Clark, El sobrevivir de Charles Darwin (109) (The Survival of Charles Darwin) es también digna de una hojeada, sobre todo porque la segunda mitad del libro es un examen útil del desarrollo de la biología desde la muerte de Darwin en 1882 hasta nuestros días. Una historia más arrebatadora y más detallada de la biología se puede encontrar en El crecimiento del pensamiento biológico (The Growth of Biological Thought ) (110) de Ernst Mayr, quizás el más distinguido biólogo evolutivo con vida. A pesar de que Mayr en la introducción tira al aire indirectas insinuando que el modo marxista de analizar la historia es vulgar, también admite que ’comparto algunas ideas antirreduccionistas de Engels tal como la establecida en su Anti-Düring y estoy muy atraído por el esquema de la tesis-antítesis-síntesis de Hegel... estas ideas han dominado mi presentación.’

Como mencioné antes, la disquisición de Darwin en Origen proporciona una crítica detallada y devastadora del creacionismo. Consecuente y particularmente en los Estados Unidos, la teoría evolutiva ha estado bajo un diluvio de ataques por la derecha religiosa durante los últimos 20 años la que exige igual cantidad de horas cátedra para los ’científicos creacionistas’ en las escuelas. Mientras que han fracasado en esta demanda, han podido con eficacia excluir biología evolutiva del plan de estudios en muchas escuelas secundarias. Los sondeos de opinión en los E.E.U.U. demuestran hoy que solamente cerca del 10 por ciento de la población acepta la veracidad de la evolución Darwinista, mientras que casi el 50 por ciento cree que el hombre fue creado por Dios en los últimos 10.000 años (111). Hay buenos libros que por un lado demuelen las teorías del creacionismo “científico” y además proporcionan un resumen útil sobre la evidencia a favor de la evolución. Ciencia ofensiva: El caso contra el Creacionismo (112) del filósofo científico Philip Kitcher es uno de los mejores, excepto por el capítulo final donde procure conciliar la evolución con la teología liberal. Evolución y mito del creacionismo (113) son buenos trabajos del biólogo Tim Berra. El sociólogo científico Dorothy Nelkin presenta una historia social del conflicto en La controversia de la creación (114) (The Creation Controversy).

Este es probablemente un buen lugar para mencionar el trabajo de Stephen Jay Gould (antes mencionado), cuyos libros ya le son sin ninguna duda conocidos. Gould, quien fue biólogo evolutivo y paleontólogo en Harvard, fue quizás el mejor difusor popular contemporáneo de ideas científicas. Recomiendo particularmente sus dos primeras colecciones de ensayos, Siempre desde Darwin (115) (Ever Since Darwin) y El pulgar de Panda (116) ( The Panda’s Thumb), ambas contienen capítulos que fijan las ideas de Darwin en su contexto histórico, son ediciones contemporáneas de la teoría evolutiva, críticas del determinismo biológico, y mucho mas. Más recientemente, en libros como La Vida Maravillosa (117) (Wonderful Life) y Majestuosidad de la vida (118) (Life’s Grandeur) (publicados en los E.E.U.U. como Casa llena - Full House), Gould opina en contra de un falso concepto que es muy común y sostiene que la vida debió desarrollarse solamente dentro de una vía única y que los seres humanos de alguna manera debieron emerger como resultado inevitable de ese proceso. Pero mientras que esto es correcto, algunas otras veces Gould parece arrojar al bebé con bañera y todo, negando al parecer cualquier patrón evolutivo perceptible, e implicando que la historia evolutiva no es nada más que una serie de accidentes. Esto es una equivocación importante porque -así como en la historia de la humanidad-- el determinismo y la aleatoriedad no agotan las posibilidades. Puede haber tendencias reconocibles en un proceso histórico, incluso si es inevitable el no poder arribar a un resultado en particular (119). Sin embargo, aun cuando Gould esté cometiendo errores, bien vale la pena leerlo.

Una colección de ensayos realizada por dos de los colegas de Gould en Harvard, Richard Levins y Richard Lewontin, El Biólogo Dialéctico (120) (The Dialectical Biologist) es el mejor análisis de las ideas evolutivas desde una perspectiva explícitamente marxista. Levins y Lewontin dedicaron su libro a Engels, ’quien siempre estuvo en lo justo donde importó’ (121). El volumen incluye la discusión del contexto histórico y social del Darwinismo, disquisiciones contra la “anti-ideología”, de la ideología tecnócrata (122) dominante en la sociedad capitalista, reflexiones sobre la naturaleza de la dialéctica, y ejemplos concretos de cómo un método dialéctico puede conducir a nuevos conocimientos en la biología evolutiva (particularmente en el capítulo “El organismo como sujeto y objeto de la evolución”). Ésta es una lectura esencial para cualquier persona que tenga un serio interés en el Marxismo y la ciencia.

Quizás el punto más débil del trabajo de Darwin sobre la evolución fue el hecho de que carecía de una teoría adecuada sobre los mecanismos de la herencia. ¿Cómo es que existen características que se transmiten de padres a hijos, y por qué los rasgos característicos favorables no son disueltos por otros menos favorables a través de sucesivas generaciones? El trabajo del monje checoslovaco Gregor Mendel en la década de 1860 marcó el principio de una satisfactoria teoría de la herencia, pero Darwin desconocía el trabajo de Mendel sobre la distribución de rasgos de generaciones sucesivas en plantas de arvejas, y no fue descubierto hasta el cambio de siglo en que una nueva generación de biólogos volvieron a descubrir los resultados por su cuenta. Mendel notó que algunos rasgos parecen ser dominantes y otros recesivos, y especuló con que había ’factores’ causales en las plantas que de alguna manera gobernaban características tales como altura y color de la semilla. A comienzo del siglo XX los biólogos dieron a estos factores el nombre de ’genes’.

El libro que he mencionado de Mayr incluye una historia excelente sobre ’ Variación y su Herencia’ (Variation and Its Inheritance), la que va a través de la aparición de la genética Mendeliana hasta el trabajo de T H Morgan sobre moscas de fruta en la universidad de Colombia a comienzos del siglo y condujo a los primeros mapas del ’genoma’ y el desarrollo de la biología molecular moderna. La biografía de Darwin escrita por Clark cubre mucho de lo mismo, incluyendo el desarrollo de la teoría matemática de la genética de la población en los años 30 de R A Fisher, Haldane y Sewall Wright, y la construcción subsiguiente de la ’síntesis moderna’ de la genética y de la evolución Darwiniana.

Francisco Jacob, genetista francés ganador del Premio Nobel también ha escrito una historia leíble sobre nociones de la herencia llamada La lógica de la vida (123) (The Logic of Life). Se debe tener en cuenta que Jacob escribe desde una posición reduccionista que puede volverse irritante.

El mayor adelanto para entender por qué existe la variación y cómo ocurre la herencia fue en 1953 con el descubrimiento de Francis Crick y James Watson de la doble estructura helicoidal del ADN (ácido deoxyribonucleico), la sustancia en el núcleo de las células que lleva la información genética de padres a hijos. La historia del descubrimiento y subsecuente desarrollo de la biología molecular está en ’El octavo día de la creación ’ (124) (The Eight Day of Creation) de Horace Freeland Judson un libro que podría haber andado con una buena redacción. El relato del descubrimiento de Watson puede encontrarse en sus infames memorias ’ La doble hélice’ (125) (The Double Helix), que demuestra que su desagradable reputación de sexista egomaníaco fue bien ganada. Por otra parte, el libro de Watson demuele con eficacia el mito del científico imparcial cuya única preocupación es descubrir la verdad. Otro biólogo molecular, Gunther Stent, ha editado una crítica del libro de Watson que incluye revisiones, un interesante comentario y también los textos originales de muchos tratados científicos claves (126). La persona más discriminada en el relato de Watson es la brillante investigadora de la Universidad de Londres, Rosalind Franklin, cuyas fotografías de difracción con rayos X del ADN fueron cruciales para determinar su estructura. Franklin murió de cáncer en 1958 y no pudo participar en el premio Nobel concedido a Crick, Watson y su colega Maurice Wilkins en 1962. Su papel en el descubrimiento está relatado en el libro de Ann Sayre, Rosalind Franklin y el ADN (127), el cuál, tal como lo dijo un revisionista, ’su lectura debería ser un requisito para todos los científicos afanados, especialmente mujeres’ (128).

En la búsqueda de la doble hélice (129) (In the Search of the Doble Helix) de John Gribbin es mucho más que una relato de cómo la estructura de ADN fue apareciendo. Gribbin comienza con Darwin, Mendel y el desarrollo de la genética, articula la biología molecular con la teoría cuántica, y traza la historia de la biología molecular desde el descubrimiento de Crick y Watson. Otra descripción en general confiable del estado de la genética moderna es proporcionada por El lenguaje de los Genes (130) (The Language of the Genes) de Steve Jones. Pero quizás lo más útil para los socialistas, frente al impacto cada vez mayor de objeciones que sostienen que virtualmente cada aspecto del comportamiento humano puede ser explicado genéticamente, es un número de libros recientes que montan sendas críticas del determinismo genético. El más corto y accesible es La doctrina del ADN: Biología como Ideología (131) (Doctrine of DNA: Biology as Ideology) de Lewontin. Más largo es Explotando el mito del gen (132) (Exploding the Gene Mith) por Ruth Hubbard (otra bióloga de Harvard) y Elijah Wald. La respuesta más sofisticada es el último libro del biólogo marxista Steven Rose (133), Líneas de la vida: Biología, Libertad, Determinismo (Lifelines: Biology, Freedom, Determinism).

El determinismo genético (la idea que nuestro comportamiento es determinado por nuestros genes) y el reduccionismo genético, doctrina estrechamente relacionada (la creencia de que todas las explicaciones biológicas pueden ser substituidas en última instancia por explicaciones genéticas), son apenas dos ejemplos de cómo han sido distorsionadas las ideas biológicas para apuntalar la ideología de la clase dominante. Las ideas de Darwin fueron consideradas inicialmente como una amenaza para el status quo, pero pronto estabansiendoutilizadaspor los “Darwinistas sociales” como base para los engañosos argumentos que apoyaban al capitalismo liberal, la jerarquía social, el racismo y la opresión de la mujer. Argumentos similares fueron utilizados a comienzos del siglo XX por el movimiento ’eugénico’ cuyo propósito era resolver problemas sociales impidiendo que se reprodujeran aquellos a quienes consideraban biológicamente “defectuosos” y en su momento allanaron el camino del holocausto nazi.

A pesar del hecho de que se ha demostrado que tales aseveraciones no están científicamente justificadas, han reaparecido cada vez que fue necesario desviar las críticas al mismísimo sistema capitalista. Por ello, no es nada sorprendente que el determinismo biológico haya reaparecido de diversas maneras durante los últimos 25 años mientras que las economías capitalistas se tambaleaban de crisis en crisis. Algunos sociobiólogos (como E O Wilson y Richard Dawkins) han sostenido que los seres humanos son naturalmente egoístas, agresivos y xenófobos, y que la desigualdad social es en última instancia una consecuencia de las exigencias biológicas. Esas ideas han sido actualizadas recientemente por muchos que trabajaban en el nuevo campo de la psicología evolutiva (134). Los reduccionistas genéticos han aseverado que hay genes específicos para todo, desde el alcoholismo hasta la criminalidad. Racistas, como Richard Herrnstein y Charles Murray en su odioso libro La curva de campana (135) (The Bell Curve), han tomado estas aseveraciones para resucitar la idea de que la inteligencia está basada en lo genético y que la gente blanca tiende a ser más lista que la negra. Varios libros ya mencionados, particularmente los escritos por Gould, Lewontin y Rose, abordan y demuelen muchas de estas aseveraciones. No en nuestros genes (136) (Not in Our Genes) de Lewontin, Rose y Leon Kamin es un volumen de crítica comprensiva. Otra buena descripción de muchas de estas discusiones es De Génesis al genocidio (From Genesis to Gonocide)de Stephan Chorover (137). Un tercero es El Nuevo Racismo (138) (The New Racism) de Martin Barker. Todos estos libros proveen un excelente tratado del trasfondo político y social que favorece el resurgimiento del determinismo biológico en su rumbo hacia la explotación de sus pretensiones científicas. Probablemente las pruebas en contra más comprensivas de los argumentos científicos de la sociobiología están en Vaulting Ambition de Philip Kitcher (139). La larga y sórdida historia del racismo científico desde comienzo del siglo XIX a los años 70 está narrada en el magistral análisis de Allan Chase, El legado de Malthus (140) (The Legacy of Malthus). Stephen Jay Gould cubre también este terreno en La falsa medida del hombre (141) (The Mismeasure of Man ), un estudio científico de primer nivel dentro del contexto social. Gould incluye en su nueva edición una réplica a La curva de la campana (The Bell Curve). En el nombre de los Eugénicos (In the Name of Eugenics) escrito por Daniel Kelves cuenta la historia del movimiento eugénico, mientras que Troy Duster en La puerta trasera para los eugénicos (Backdoor to Eugenics) demuestra cómo el mal uso de la nueva tecnología genética revive viejas ideas.

Conclusión

Hay una excelente tradición del pensamiento marxista sobre la ciencia, desde las escrituras de Marx y Engels, a las contribuciones de Lenin, Trotsky, Bukharin y Hessen, o a los trabajos de escritores contemporáneos tales como Richard Lewontin y Steven Rose. El marxismo proporciona conocimientos esenciales de la naturaleza, de la ciencia moderna inasequibles desde cualquier otra perspectiva, y proporciona la base para apreciar sus éxitos o analizar críticamente sus debilidades. Pero esto por sí mismo no es suficiente. El marxismo no es simplemente una teoría para contemplar el mundo. Es un arma revolucionaria que tiene como objetivo el derrocamiento del sistema capitalista. La crítica marxista de la ciencia como existe actualmente es simultáneamente un llamado para su transformación - un llamado para liberarla de las limitaciones ideológicas y materiales de una sociedad basada en provecho para unos pocos. “Los filósofos sólo han interpretado el mundo, de diferente maneras; la cuestión es, no obstante, cambiarlo’. (144)

Mi agradecimiento a Anthony Arnove, Judy Cox, Rob Hoveman, Kim Rabuck, Juan Rees, Eric Ruder y David Whitehouse por sus comentarios sobre una versión anterior a este artículo.

Notas

1 ’Marx and the Objectivity of Science’ (Marx y la objetividad de la ciencia) de R Boyd et al (eds), The Philosophy of Science (La Filosofía de la Ciencia) (London, 1991), p769.

2 Algunas veces se les da otro significado a los términos internalismo y externalismo. Yo los he usado estrictamente como los define el texto. En la filosofía de la ciencia del siglo XX, los positivistas lógicos del círculo de Viena de los años 20 y 30 eran el arquetipo de los internalistas. Ofrecieron una interpretación, confirmación y explicación sumamente abstractas de la naturaleza de las teorías científicas. A fines de los años 50 el intento de los positivistas para explicar la práctica científica real efectivamente se destruyó a sí misma, pero a los golpes mortales se los da frecuentemente el libro altamente influyente de Thomas Kuhn, The Structure of Scientific Revolution (Las estructuras de las revoluciónes científicas) (Chicago, 1962; 2da ed 1970). Kuhn demuestra cómo la práctica y la metodología científicas han experimentado cambios históricos radicales con la adopción de nuevos ’paradigmas’ (en resumen, las teorías científicas más importantes que dejan sentadas cuestiones fundamentales y provee de una corriente permanente de enigmas a los científicos que están trabajando), e implica que los cambios de un paradigma a otro (las revoluciones científicas del título de su libro) fueron fuertemente influenciados, quizá decididamente influenciados por consideraciones extra-científicas. La contribución más importante de Kuhn fue volver a situar a la ciencia en el contexto histórico al cual pertenece, y hay mucho que aprender de su libro. Pero el contexto histórico en el cual él pone a la ciencia está conceptualizado con tal estrechez (y ciertamente sin referencia a la influencia y a los intereses de la clase predominante) que es inevitablemente arrastrado a arribar a conclusiones relativistas e idealistas. En la opinión de Kuhn, los paradigmas rivales son inconmensurables, lo que significa que sus defensores no pueden entenderse completamente y de esa manera no pueden resolver sus desacuerdos, así es que no puede decirse que la ciencia se esté aproximando a la verdad cuando un paradigma reemplaza otro. Verdaderamente, algunas veces Khun dice que los seguidores de diferentes paradigmas habitan mundos diferentes porque la teoría construye la realidad. Khun fue reticente para apoyar explícitamente las consecuencias más radicales de sus ideas, sin embargo no lo fueron muchos historiadores y sociólogos científico influenciados por Khun. Hay muchas investigaciones accesibles de estas ideas, incluyendo What Is This Thing Called Science? (¿Qué es esa cosa llamada ciencia?) de A. Chalmers (Milton Keynes, 1982), The Rationaly of Science (La racionalidad de la ciencia) deW Neutonio-Smith, (Londres, 1981) e Introdution to the Philosophy of Science (Introducción a la Filosofía de la ciencia) (Oxford, 1997).

3 Atlantic Highlands. Nueva Jersey, 1985. El estudio de Sheehan comienza con los trabajos de Marx y Engels, y termina con la disolución del Comintern en 1943. El autor es un antiguo miembro del Partido Comunista que sigue simpatizando con la mayor parte de la tradición marxista, pero no es un ¨marxista en un sentido ambiguo”; (pxi), y escribe desde la perspectiva de alguien que desea preservar los conocimientos de la tradición antes de seguir avanzando, no como alguien comprometido con un vivo conjunto de ideas. A pesar de todo, aprendí mucho del libro de Sheehan.

4 Capital vol 1 (Nueva York, 1967), ch XII, p316.

5 Brighton 2da. edición, 1979. Ruben trata sobre cómo las ideas de Marx respecto al conocimiento y la realidad emergen y se esclarecen a partir de los problemas dejados por sus predecesores filosóficos y cómo procura articular minuciosamente una teoría marxista del conocimiento. Sin embargo, al llamar su relato ’teoría de reflexión’, Ruben provoca confusión entre una teoría de la verdad y una teoría del conocimiento que, como veremos, es importante evitar. El capítulo final es una discusión comprensiva del Materialismo y empiriocriticismo de Lenin. Ruben es también el co-editor (con Juan Mepham) de las ediciones multivolúmenes de la serie Issues in Marxist Philosophy (Asuntos de la Filosofía Marxista) Atlantic Highlands, Nueva Jersey, 1979. Contiene un número de ensayos sobre dialéctica, materialismo y ciencia.

6 Atlántic Highlands, Nueva Jersey, 1988. Murray demuestra cómo el método científico de Marx surgió de una crítica interna de Hegel, y examina la crítica de Marx a la economía política a la luz de esto. He analizado la interpretación de Murray en una revisión de su libro en Radical Philosophy Review of Books, no 2 (1990).

7 The Holy Family (La Sagrada Familia) y The German Ideology (La ideología Alemana) son, por supuesto, trabajos conjuntos escritos con Engels, pero precisamente porque son trabajos en común reflejan también las opiniones de Marx en ese momento.

8 Oxford, 1975.

9 Economic and Philosophical Manuscripts (Manuscritos Económicos y Filosóficos), en D McLellan (ed), Karl Marx: Selected Writings (Obras Escogidas) (Oxford, 1977), p94.

10 Karl Marx (Londres, 1981), p162. El libro de Wood es una muy clara exposición de varios aspectos del pensamiento filosófico de Marx. Las secciones en ’Philosophical Materialism’ (Materialismo Filosófico) y ’The Dialectical Method’ (El Método Dialéctico); son particularmente relevantes para el tema central de este artículo.

11 No es coincidencia que muchos de los defensores del realismo científico hayan sido influenciados por Marx. Esto incluye a Hilary Putnam en los E.E.U.U. (a fines de los 60 y principio de los 70), a Richard Boyd, Richard W Molinero, Peter Railton y Michael Devitt. En Gran Bretaña la figura más destacada es Roy Bhaskar. Los trabajos de Putnam, Boyd, Molinero y Railton se pueden encontrar en R Boyd et al (eds), The Philosofy of Science (La Filosofía de la Ciencia), CIT de Op. Sys..

12 Capital vol 3 (Nueva York, 1967), ch XLVIII, p817.

13 Tésis sobre Feuerbach, en D McLellan (ed), op cit, p156.

14 The German Ideology (La Ideología Alemana) en D McLellan (ed), op cit, p175.

15 Ibid, p160.

16 History and Class Consciousness (Historia y conciencia de clase) (Londres, 1971), p204. Lukács es guiado a este punto de vista porque rechaza el principio de que la conciencia del hombre refleja pasivamente la realidad existente. Tiene razón cuando rechaza ese punto de vista pero se equivoca al pensar que el realismo, o una teoría de la verdad implican eso.

17 Ibid, pxvii.

18 Toward a Marxist Humanism (Nueva York, 1968).

19 D McLellan (ed), op cit, p156.

20 Capital vol 1, p19.

21 P Murray, op cit, pxiv.

22 Capital vol 1, p20.

23 Carta a Engels, 22 de junio de 1867, Correspondencia seleccionada (Moscú, 1975), p177.

24 A Wood, op cit, p219.

25 Para una buena ilustración histórica vea el tratado sobre la revolución de la física del siglo XVII en The Revolution of Physics (La Revolución de la Física) de Einstein y L Infeld (Nueva York, 1966), cap 1.

26 D McLellan (ed), op cit, p175.

27 Vol 1, ch XIV, sección 5, p361.

28 Ibid, ch XV, sección 2, p390n.

29 Esta disquisición está dada más detalladamente en ’Marx and the Objectivity of Science’ (Marx y la Objetividad de la Ciencia) de P Railton, op cit.

30 La perspectiva mecánica fue explicada claramente por el físico alemán Hermann von Helmholtz a mediados del s. XIX: ’Finalmente descubrimos el problema científico de la materia física la que se define como el fenómeno natural detrás de las fuerzas inalterables de atracción y repulsión cuya intensidad depende enteramente de la distancia. La solubilidad de este problema es la condición para la comprensión completa de la naturaleza. Helmholtz sostuvo que la ciencia estará terminada tan pronto como la reducción de los fenómenos naturales a fuerzas simples esté completa y la prueba dada de que ésta es la única reducción de la cual los fenómenos son capaces.’ Citado en A. Einstein y L. Infeld, CIT de Op. Sys., p54.

31 Friedrich Engels (Nueva York, 1977), p91.

32 Ver por ejemplo: J D Hunley, The Life and Thought of Friedrich Engels (Vida y Pensamiento de F. Engels) (Londres, 1991).

33 Preface of Dialectics of Nature (Prefacio de la Dialéctica de la Naturaleza) (Nueva York, 1940), pxiv.

34 ’The Philosofy of Science’ (Filosofía de la Ciencia), en B Magee (ed), Men of Ideas (Hombres de ideas) (Oxford, 1982), p206. A fines de la década del 60 y principio de la del 70 Putnam, fuertemente influenciado por las ideas de Marx, desarrolló una versión de realismo científico, sin embargo para cuando llegó el momento de esta entrevista él había abandonado tanto el realismo como el marxismo. Putnam sostuvo luego la idea de que mientras que las opiniones de Engels sobre ciencia son en gran parte sensatas, no son originales, pero luego revierte este juicio observando que el marxismo ’pudo haber hecho una contribución [al grueso de la filosofía de la ciencia] si la gente hubiera estado menos dividida ideológicamente porque pienso que los no-Marxistas habrían podido aprender algo de ello.’

35 Para detalles sobre el contexto político de estos debates ver P Le Blanc, Lenin y el Partido Revolucionario (Atlantic Highlands, Nueva Jersey, 1990), ch 8.

36 Ver particularmente The Analisys of Sensations (El análisis de las sensaciones) (Chicago, 1914), publicado originalmente en 1886. Las opiniones de Mach son analizadas críticamente en R S Cohen y R J Seeger (ed), Ernst Mach: Físico y filósofo (Dordrecht, 1970).

37 Para tratar más este tema ver G Holton, ’Mach, Einstein and the Search for Reality’(Mach, Einstein y la Búsqueda de la Realidad), en Thematics Origins of Scientific Thought (Orígenes Temáticos del Pensamiento Científico) (Londres, 1988).

38 Las ideas sociales, políticas y filosóficas de Dubois han conducido a importantes nociones científicas en más de una ocasión. Darwin afirmó que la teoría de la selección natural se le ocurrió después de leer las opiniones reaccionarias de Thomas Malthus. Más sobre Darwin vea abajo.

39 El Monismo es la idea que el mundo está compuesto fundamentalmente por una clase de sustancia. El idealismo (que sostiene que el mundo está compuesto de fenómenos mentales) y el materialismo, ambos son variedades de monismo. Algunas versiones de la doctrina dicen que la sustancia fundamental no es ni mente ni materia, y que la mente y la materia mismas están compuestas de alguna sustancia ’neutral’ subyacente; . Bogdanov puede haber creído que él abogaba una cierta clase de monismo neutral, pero puesto que él sostiene que el mundo está construido en última instancia por experiencia, y puesto que la experiencia es un fenómeno mental, su posición colapsa en una variedad de idealismo.

40 V I Lenin, Materialism and Empirio-Criticism (Materialismo y empíriocriticismo) (Nueva York, 1927), pp63-64, 72.

41 Este es el mismo error que Lukács iba a cometer más adelante, pero mientras que Lukács adapta la verdad al conocimiento, Lenin parece adaptar el conocimiento a la verdad.

42 V I Lenin, op cit, p99.

43 Londres, 1975.

44 L Trotsky, Literatura y Revolución (Londres, 1991), pp226-228.

45 Mencionado en Sheehan, op cit, p172.

46 Nueva York, 1973.

47 Guildford, 1986.

48 Nueva Jersey, 1998.

49 Londres, 1971.

50 Nueva York, 1935. El punto débil en esta colección es el artículo de A M Deborin en ’Karl Marx and the Present (Karl Marx y el Presente), el cuál defiende la teoría Stalinista fascista y el social fascismo.

51 Vea G Werskey, The Visible College (La Universidad Visible) (Londres, 1978). En este contexto, las escrituras del entonces miembro del Partido Comunista, Christopher Caudwell, deberían ser mencionados también. Caudwell no era un científico profesional sino un intelectual marxista, estudioso e independiente interesado en un amplio espectro de temas relacionados al marxismo. Produjo trabajos muy originales sobre casi todo, desde física a la poesía, murió a la trágica edad de 29 años peleando en la guerra civil española. Vea particularmente The Crisis in Physics (La Crisis en la Física) (Londres, 1939). H Sheehan, CIT de Op. Sys.,contiene una provechosa exposición de las opiniones de Caudwell, y otras referencias.

52 Oxford, 1985.

53 Londres, 1939.

54 Cambridge, 1954-84.

55 Cambridge, Massachusetts, 1971.

56 Londres, 1956.

57 ’Marxism and the History of Science’ (Marxismo y la Historia de la Ciencia) en R C Olby et al (eds), Companion to the History of Modern Science (Guía de la Historia de la Ciencia Moderna) (Londres, 1990), p82.

58 J D Bernal, The Extension of Man, (La Extensión del Hombre) (Londres, 1972).

59 Harmondsworth, 1964. (Publicada originalmente en1942.)

60 Harmondsworth, 1961. (Publicada originalmente en1944.)

61 Nueva York, 1965.

62 Cambridge, 1977.

63 Londres, 1957.

64 Edición revisada(Londres, 1985).

65 Cambridge, 1977.

66 Londres, 1953.

67 Oxford, 1991.

68 Londres, 1987.

69 Nueva York, 1952. (Publicada originalmente en 1908) p75.

70 Nueva York, 1961. (Publicada originalmente en 1916.)

71 Nueva York, 1966. (Publicada originalmente en 1938.)

72 Oxford, 1986.

73 Segunda ed. (Nueva York, 1993).

74 Londres, 1988.

75 Nueva York, 1984.

76 ’On the Intuitive Understanding of Non-locality as Implied by Quantum Theory’, Foundations of Physics 5 (1975), pp95-96. (Conocimiento Intuitivo de la No- localización Implicada por la Teoría Cuántica, Fundaciones de Físicos)

77 Nueva York, 1987.

78 Londres, 1984.

79 Londres, 1995. Gribbin también ha publicado recientemente Companion to the Cosmos (Londres, 1996), un valioso diccionario guía para los físicos modernos.

80 D Albert, Quantum Mechanics and Experience (Mecánica Cuántica y Experiencias) (Londres, 1992).

81 Cambridge, 1986.

82 Cambridge, 1986.

83 Londres, 1984.

84 Londres, 1988.

85 Londres, 1986.

86 Londres, 1977.

87 Londres, 1986.

88 Nueva York, 1994.

89 Cambridge, 1988.

90 Harmondsworth, 1987.

91 Oxford, 1989.

92 Nueva York, 1995.

93 Este es el título de un artículo corto de Dobzhansky publicado en American Biology Teacher 35 (1973).

94 C Darwin, The Origin of Species (El Origen de las Especies) (Londres, 1964). Este es un facsímil de la primera edición.

95 David Whitehouse me ha señalado que Darwin nunca ofrece ejemplos reales de la selección natural. En cambio confía en ejemplos imaginarios y evidencia indirecta. Por lo menos un ejemplo de la real selección natural fue observado durante el curso de la vida de Darwin, el fenómeno bien conocido del melanismo industrial en las polillas, en las cuales los cambios en el ambiente debido a la contaminación causaron que las polillas de color claro fueran sustituidas por otras oscuras. Por supuesto que desde los tiempos de Darwin han sido observados numerosos casos reales.

96 Ver Origen, op cit, p63. A menudo se dice que la teoría de Darwin está basada en la idea de competencia directa entre los individuos, pero como lo demuestra la última oración de esta cita, esto, en el mejor de los casos, es un simplismo. En la página anterior Darwin señala: ’Yo uso la expresión Lucha por la existencia en sentido amplio y metafórico’; lo que nos permite decir que, por ejemplo, una planta en el borde del desierto...lucha por la vida en contra de la sequía. (p62).

97 Ver S J Gould, ’Darwin’s Middle Road’ (Camino Medio de Darwin), en The Panda’s Thumb (El Pulgar del Panda) (Londres, 1980), pp65-66, para referencias y opiniones.

98 Ibid, p68.

99 Ya que las teorías evolutivas de la mente están representadas a menudo como esencialmente reductionistas, quizá valga la pena enfatizar aquí que no es así.

100 “Objeciones a la Teoría de Darwin en Orígen de las Especies”, por P Appleman (ed), Darwin, 2nd ed (Londres, 1979), p222. La revisión de Sedgwick apareció en forma anónima en The Spectator, el 24 de Marzo de 1860.

101 Ver S J Gould, ’Darwin’s Delay’ (La demora de Darwin), en Ever Since Darwin (Siempre desde Darwin) (Londres, 1977).

102 Ambas cartas citadas en Marxismo y Pensamiento Moderno, p193.

103 Todos estos libros están disponibles en numerosas ediciones.

104 Chicago, 1980.

105 Oxford, 1983.

106 Harmondsworth, 1992.

107 (Chicago, 1990).

108 (Londres, 1994 y1997).

109 Nueva York, 1984.

110 Londres, 1982.

111 Los Angeles Times, 2 de Mayo de 1992.

112 Londres, 1982.

113 Stanford, California, 1990.

114 Boston, 1982.

115 Londres, 1977.

116 Londres, 1980.

117 Londres, 1989.

118 Londres, 1996.

119 El filósofo en biología Elliott Sober ha dictado recientemente una conferencia de primer nivel sobre esta edición en ’Progreso y de Dirección de la Evolución’, en J Campbell y J Schopf (eds), Evolución Creativa (Londres, 1994). Sober concluye que ’La evolución no es necesariamente un proceso direccional. En este aspecto no se asemeja a los procesos termodinámicos, que parecen tener una dirección intrínseca. Sin embargo, en circunstancias eventuales, la evolución puede dar lugar a tendencias direccionales. El desafío de la biología actual es documentar estas tendencias y explicarlas.’

120 Londres, 1985.

121 Levin & Lewontin, pv.

122 Ibid, p165.

123 Nueva York, 1982.

124 Nueva York, 1979.

125 (Londres, 1968). Edición de 30ro. Aniversario del libro de Watson merece ser publicado este año.

126 Londres, 1980.

127 Nueva York, 1975,

128 Cita de la contratapa del libro.

129 Londres, 1985.

130 Londres, 1994.

131 R Lewontin, La Doctrina del ADN: Biología como Ideología (Londres, 1993).

132 Boston, 1993.

133 Oxford, 1997. Ver la revisión de John Parrington en International Socialism 78.

134 Ver por ejemplo S Pinker, How the Mind Works (Cómo trabaja la mente) (Londres, 1997).

135 Nueva York, 1994.

136 Nueva York, 1984.

137 Londres, 1979.

138 Londres, 1981.

139 Londres, 1985.

140 Nueva York, 1980.

141 Revisión ed (Londres, 1996).

142 Berkeley, California, 1985.

143 Londres, 1990.

144 K Marx, ’Décima primera tesis sobre Feuerbach’, en D McLellan (ed), op cit, p158.